"Empezar de cero" en pueblos andinos de Venezuela arrasados por la lluvia
Militares, bomberos y efectivos de Protección Civil fueron desplegados en las labores de rescate, distribución de ayuda y recuperación de la infraestructura
Con información de AFP
Arelis Villareal subió a una reja con sus cuatro hijos para evitar ser arrastrada por el agua. "Nunca pensé que el río iba a crecer tanto", dijo luego de perder su casa en un pueblo de los Andes venezolanos arrasado por las lluvias.
Lo recuerda vívidamente. Fue hace una semana. El río Chama arremetió contra varios pueblos del estado Mérida (oeste) con un ejército de rocas y troncos que arrastraba la corriente.
Primero contra el turístico Apartaderos, luego vino Escagüey, ubicado a 35 km.
Unas 270 familias quedaron damnificadas y dos personas murieron, según datos oficiales.
"Pude ver el color con el que bajaba" el agua, recordó. "Era muy oscuro y, además, a la distancia me di cuenta cuando se desbordó de su cauce. Nos dio tiempo de correr. Lo que más me importaba eran mis hijos", evocó.
El lugar donde alguna vez estuvo la casa de Keiver Sánchez quedó igualmente bajo las rocas.
"Quedé sin nada, el deslave me dejó sin ni siquiera una columna", lamentó. "Gracias a dios pude sacar a mi familia y a mis mascotas".
Vive ahora en un refugio, donde solo piensa que debe "empezar de cero de nuevo". "Volver a construir la vida que teníamos, me gustaría tener de nuevo cositas mías, no es fácil perder lo que siempre tuviste".
"Hermandad"
Los también estados andinos Táchira y Trujillo, y los llaneros Barinas y Portuguesa también fueron impactados por las lluvias, aunque en menor medida que Mérida.
El presidente Nicolás Maduro declaró la emergencia. Dijo que entre el 24 y 25 de junio llovió 300% más que el promedio histórico.
Varias comunidades quedaron incomunicadas, sin luz o agua. En la vía, puentes caídos y carreteras destruidas. Las autoridades reportaron 370 viviendas afectadas, 103 declaradas en pérdida total.
Militares, bomberos y efectivos de Protección Civil fueron desplegados en las labores de rescate, distribución de ayuda y recuperación de la infraestructura.
Con maquinarias se abrieron en la montaña caminos alternos hacia los pueblos. El agua socavó trechos de la carretera original y quedó intransitable.
Voluntarios igualmente recorrieron las ruinosas carreteras en camionetas 4x4 y motos para llevar donaciones hasta los pueblos afectados. La AFP acompañó a uno de estos grupos que salió desde la ciudad de Mérida, capital del estado.
Miles de personas, desde distintas ciudades, donaron agua, alimentos, medicinas y ropa.
Jonathan García encabezó una caravana de 34 motos que se desplazó durante siete horas desde San José de Palmira, también en Mérida, para trasladar insumos a diversos puntos.
"Nos une la hermandad de ser pueblos andinos", dijo. "Cada moto llevaba dos personas y suministros recolectados en nuestro pueblo, porque todos somos iguales".
"Caminar casa por casa"
Se instalaron centros de acopio y refugios en los distintos pueblos afectados, donde grupos integrados principalmente por mujeres reciben, clasifican y coordinan la distribución de donativos.
"La ayuda es para todos los afectados", repetía Coraima Cuevas, gestora de uno de los centros de acopio y refugio en Apartaderos.
Claudina Elena Sánchez, de 66 años, quedó atrapada en el centro de Escagüey luego de ir a visitar a su madre. Vive en el páramo Los Arangures, a unas siete u ocho horas por carretera.
"No sé cómo estarán las vías ni los puentes allá arriba, la situación es complicada para llevar ayuda o para regresar", indicó.
Y Protección Civil por lo pronto mantiene la alerta ante nuevas lluvias que puedan complicar la situación.
La gente insiste en que seguirá trabajando para llevar ayuda.
"Si es de caminar casa por casa llevando un litro de leche en medio de los valles del Páramo, lo haremos", dijo Francisco Javier Rivera, de otro centro de acopio en Apartaderos armado en la iglesia del pueblo.
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