¿Por qué falla la democracia representativa? Un análisis global
Los informes identifican tres causas principales de la insatisfacción con la democracia representativa: la pérdida de confianza en los gobiernos, la incapacidad de los políticos para representar a los votantes y un déficit cívico que reduce la participación ciudadana
Redacción El Mercurio Web / con asistencia de IA
Los informes Freedom in the World 2024 de Freedom House y Democracy Index 2024: What’s Wrong with Representative Democracy? de la Economist Intelligence Unit (EIU) ofrecen un diagnóstico crítico sobre el estado de la democracia global, evidenciando una recesión democrática que amenaza libertades fundamentales y la confianza ciudadana. Ambos reportes, publicados en febrero de 2025, analizan tendencias preocupantes en la gobernanza, los derechos políticos y las libertades civiles, proporcionando datos esenciales para comprender los desafíos que enfrentan las democracias representativas en el mundo.
Freedom in the World 2024: La erosión de la libertad
El informe de Freedom House, un referente en la medición de derechos políticos y libertades civiles desde 1973, documenta un declive global de la libertad por 19º año consecutivo en 2023, afectando al 20% de la población mundial. Clasifica a los países como “libres”, “parcialmente libres” o “no libres” mediante un sistema de puntuación que evalúa el proceso electoral, el pluralismo político, la libertad de expresión, el estado de derecho y los derechos individuales. En 2024, destaca el impacto de elecciones manipuladas y conflictos armados, señalando que los ataques al pluralismo —la coexistencia pacífica de diversas ideas y grupos— han debilitado los procesos democráticos.
Un caso emblemático es Venezuela, donde el régimen de Nicolás Maduro ha utilizado tácticas como la inhabilitación de candidatos opositores, como María Corina Machado, para mantener una fachada de competitividad electoral. Freedom House subraya que manipular el campo de candidatos y alterar resultados electorales, como ocurrió en las elecciones venezolanas de 2024, desacredita la democracia y abre la puerta a mayores restricciones de libertades. El informe también resalta la colaboración entre regímenes autoritarios, como Venezuela, Cuba y Rusia, que comparten estrategias para reprimir la disidencia, consolidando el autoritarismo globalmente.
Democracy Index 2024: Los fallos de la democracia representativa
El Democracy Index 2024 de la EIU, publicado el 27 de febrero de 2025, registra el puntaje democrático global más bajo desde 2006, cayendo a 5.17 (de 10) desde 5.23 en 2023. Basado en 60 indicadores agrupados en cinco categorías —proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, cultura política y libertades civiles—, clasifica a los países en “democracias plenas”, “democracias defectuosas”, “regímenes híbridos” y “regímenes autoritarios”. Solo el 6.6% de la población mundial vive en democracias plenas, mientras que el 39.2% está bajo regímenes autoritarios.
El informe identifica tres causas principales de la insatisfacción con la democracia representativa: la pérdida de confianza en los gobiernos, la incapacidad de los políticos para representar a los votantes y un déficit cívico que reduce la participación ciudadana. La corrupción, la desigualdad económica y la disfunción política alimentan esta desilusión, impulsando el auge de movimientos populistas y antisistema. A pesar de que 2024 fue un año récord para elecciones globales, con 75 países celebrando comicios, muchos procesos carecieron de libertad y equidad, como en Venezuela, donde el fraude electoral del 28 de julio de 2024 consolidó el poder de Maduro.
Sorprendentemente, la participación política ha mejorado globalmente desde 2008 (+0.74 puntos), impulsada por protestas y activismo, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, categorías como libertades civiles (-1.00) y proceso electoral/pluralismo (-0.66) han registrado fuertes caídas, reflejando restricciones crecientes a la libertad de expresión y la manipulación electoral.
Alcance y relevancia
Ambos informes coinciden en que la democracia representativa enfrenta una crisis estructural. Freedom in the Worldenfatiza la dimensión de los derechos humanos, destacando cómo los regímenes autoritarios erosionan el pluralismo y la libertad de expresión para perpetuarse. Por su parte, Democracy Index profundiza en las percepciones ciudadanas, argumentando que la desconexión entre gobiernos y votantes, agravada por la corrupción y la desigualdad, impulsa la desafección democrática. Venezuela ilustra estas tendencias: la censura mediática iniciada en 2007, la persecución de periodistas y la inhabilitación de opositores como Machado reflejan un modelo autoritario que vacía de contenido el voto y las elecciones.
Estos reportes no solo diagnostican el problema, sino que subrayan la urgencia de actuar. Freedom House aboga por apoyar a defensores de derechos humanos y periodistas, mientras que la EIU destaca la necesidad de revitalizar la participación ciudadana y reformar los sistemas políticos para restaurar la confianza. Su impacto trasciende lo académico: son utilizados por gobiernos, investigadores y organizaciones internacionales para orientar políticas, asignar ayuda extranjera y evaluar riesgos políticos. Son herramientas esenciales para comprender la recesión democrática global. Al combinar datos cuantitativos con análisis cualitativos, ofrecen una radiografía de los desafíos que enfrentan las democracias, desde la manipulación electoral hasta la represión de libertades. En un mundo donde solo una minoría vive en democracias plenas, estos informes son un llamado a la acción para ciudadanos, gobiernos y la comunidad internacional a defender los principios democráticos frente al avance del autoritarismo.