Marco Rubio: Venezolanos con TPS pueden solicitar asilo tras revocación del programa

Destacó que muchos solicitantes tendrán argumentos creíbles para su asilo, aunque también advirtió sobre la necesidad de revisar los antecedentes de los beneficiarios

Redacción con información de El Nuevo Herald

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se pronunció este miércoles sobre la situación de miles de venezolanos que se verán afectados por la revocación del Estatus de Protección Temporal (TPS), un programa migratorio que ha brindado amparo a muchos inmigrantes en el país. Esta declaración se produce en un contexto crítico, justo un día después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos respaldara el plan del presidente Donald Trump para eliminar el TPS, que actualmente protege a aproximadamente 350,000 venezolanos de la deportación.

Rubio, quien ha sido un firme defensor del TPS y un crítico vocal del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, señaló que aquellos venezolanos que perderán su estatus migratorio pueden optar por solicitar asilo en Estados Unidos. Durante una audiencia en la Cámara de Representantes, el secretario de Estado afirmó: “Ahora, las personas que han recibido el TPS solicitarán el proceso de asilo. Y creo que muchas de ellas, si no la mayoría, tendrán solicitudes de asilo muy creíbles”. Esta afirmación refleja la percepción de que muchos venezolanos huyen de una crisis humanitaria y de derechos humanos en su país, lo que podría fortalecer sus argumentos para obtener asilo.

Sin embargo, Rubio también utilizó la ocasión para criticar la administración anterior de Joe Biden, argumentando que el TPS fue otorgado de manera demasiado generalizada y sin una revisión adecuada de los antecedentes de los beneficiarios. “Por supuesto que la mayoría de los venezolanos con TPS no son criminales”, subrayó, pero advirtió que “si mil de ellos lo son, tenemos un gran problema”. Este comentario sugiere una preocupación por la seguridad nacional y la necesidad de un proceso de inmigración más riguroso.

La decisión de la administración Trump de poner fin al TPS ha generado una fuerte reacción de los demócratas, defensores de los derechos de los migrantes y miembros de la comunidad venezolana en Estados Unidos. Muchos argumentan que la deportación de venezolanos a su país de origen podría exponerlos a un grave peligro, dado el contexto de crisis política, económica y social que enfrenta Venezuela. Los críticos sostienen que el TPS es un salvavidas crucial para aquellos que han escapado de un régimen opresivo y de condiciones que no garantizan su seguridad.

El TPS, establecido en 1990, es un programa migratorio que permite a Estados Unidos otorgar permisos temporales a inmigrantes de países que enfrentan conflictos bélicos, desastres naturales, epidemias u otras circunstancias que impiden un retorno seguro. En el caso de Venezuela, la situación ha sido particularmente alarmante, con informes de violaciones graves de derechos humanos y una crisis humanitaria que ha llevado a millones de personas a abandonar el país en busca de mejores condiciones de vida.

En este contexto, la revocación del TPS y las declaraciones de Rubio subrayan la complejidad de la política migratoria estadounidense y los desafíos que enfrentan los venezolanos en su búsqueda de seguridad y estabilidad en un entorno cada vez más incierto. La posibilidad de solicitar asilo se presenta como una alternativa, pero también plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema de inmigración para manejar un aumento en las solicitudes en un momento en que las tensiones políticas y sociales en Estados Unidos son palpables.

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