Fedeagro espera incrementar producción de café venezolano para el 2023 hasta los 600 mil quintales
Los productores han solicitado al gobierno la implementación de políticas que incentiven la producción de café en el país
Redacción con información de El Impulso
El sector caficultor ha sido uno de los más afectados por la situación económica y política en Venezuela. Según la Federación Nacional de Cafeteros (Fedeagro), la producción ha disminuido en los últimos años debido a la falta de inversión en el sector, la falta de políticas de precios y la inseguridad en las zonas productoras.
Pedro Vicente Pérez, director ejecutivo de Fedeagro, explicó que aunque la producción de café ha mejorado ligeramente en los últimos años, todavía está muy lejos de los niveles que se producían hace 20 años. En ese entonces, Venezuela producía alrededor de 1.800.000 sacos de café, mientras que en la cosecha de 2023 se espera una producción de 600.000 quintales.
Pérez destacó que, aunque la calidad del café de hoy en día no es mala, podría mejorarse si se retomara la práctica de recolectar el café completamente maduro, en lugar de esperar a que madure solo una parte de la cosecha. Explicó que los productores recolectan el café antes de su completa madurez debido a la falta de rentabilidad del cultivo. Esta práctica genera una mezcla de café de buena y mala calidad, lo que afecta negativamente el precio del producto.
Además de la falta de rentabilidad, el sector caficultor también enfrenta problemas de inseguridad en las zonas productoras, lo que ha llevado a muchos productores a abandonar sus fincas. También hay una escasez de insumos y maquinarias necesarias para la producción de café, lo que ha obligado a muchos productores a importar estos materiales a precios elevados.
Ante esta situación, los productores han solicitado al gobierno la implementación de políticas que incentiven la producción de café en el país, como la asignación de créditos a tasas preferenciales y la fijación de precios justos para el producto. También han pedido más seguridad en las zonas productoras y la eliminación de las trabas burocráticas que dificultan la importación de insumos y maquinarias.
