Miguel Cabrera pone fin a una carrera de leyenda entre ovaciones y con la mira en Cooperstown
Con el número 24 en su espalda, capturó la bola inmaculadamente y corrió a la primera, sacando el primer out. Acto seguido, sus 3 hijos y su mánager, Andrew Hinch, saltaron al campo para retirarle del encuentro
Con información de VOA Noticias
El pelotero venezolano cierra sus 21 años en las Grandes Ligas con registros sólo alcanzados por leyendas del béisbol y miembros del Salón de la Fama. Los especialistas lo consideran uno de los mejores bateadores de la historia y un candidato de peso a Cooperstown.
El venezolano Miguel Cabrera, usual bateador designado de los Tigres de Detroit, salió a defender la primera base en el octavo inning de su último juego como pelotero activo de las Grandes Ligas. Y, como si fuera parte del guion de una película, la primera pelota conectada por Steven Kwan, de los Guardianes de Cleveland, rodó a 84,6 millas por hora en su dirección.
Con el número 24 en su espalda, capturó la bola inmaculadamente y corrió a la primera, sacando el primer out. Acto seguido, sus 3 hijos y su mánager, Andrew Hinch, saltaron al campo para retirarle del encuentro entre abrazos, lágrimas y la ovación prolongada de jugadores, técnicos y los 41.000 fanáticos presentes en el Comerica Park, de Detroit.
Hinch reveló luego que alinearlo en la primera base en el ocaso de su último juego fue una “sorpresa” para el venezolano, que falló en 3 oportunidades al bate.
Cabrera confesó que era la segunda vez que lloraba en el terreno. La primera fue el 23 de abril de 2022, también el Comerica Park, al batear su hit 3.000, indicó.
“Volver [al campo] a la primera base para un out fue otro sueño hecho realidad”, aseguró el pelotero venezolano al finalizar el encuentro, que terminó ganando su equipo, ya eliminados desde hace semanas, con marcador de 5-2.
“Pensé que nunca más iba a jugar en el campo [defensivamente] por mis lesiones”, añadió. “Estaba emocionado. Estaba como si fuera un niño allí y sabía que iba a pasar: un rolling. Estaba listo”, contó, al rememorar el batazo por rodado que a la postre se convirtió en su última intervención como profesional.
Cabrera, de 40 años, selló este domingo una carrera de leyenda del béisbol estadounidense: tuvo promedio ofensivo de .306; 3.174 hits; 511 jonrones; 1.881 carreras empujadas; 1.551 anotadas y 627 dobles en 2.797 juegos de temporada regular durante 21 años.
El pelotero nacido en Maracay, en el estado venezolano de Aragua, es considerado uno de los mejores bateadores de la historia en las Grandes Ligas y un candidato de peso para ser exaltado en el Salón de la Fama del béisbol estadounidense, en Cooperstown.
Cabrera pone fin a su carrera con registros solamente alcanzados por dos leyendas del béisbol. Únicamente, Willie Mays, Hank Aaron y él tuvieron promedios ofensivos superiores a los .300, con más de 500 jonrones y al menos 3.000 inatrapables.
En 2003, fue una pieza clave en el campeonato de Serie Mundial de los Marlins de Florida.
En 2012, alcanzó la Triple Corona ofensiva en la Liga Americana, al liderar los departamentos de jonrones (44), promedio (.330) y empujadas (139). El último en lograrlo fue Carl Yastrzemski, en 1967. Ningún otro pelotero lo ha alcanzado desde entonces.
'Miggy', como lo apodan, también fue votado 2 veces como Jugador Más Valioso, alcanzó el campeonato de bateo en 4 oportunidades y fue seleccionado a 12 Juegos de las Estrellas.
El pelotero dijo que el del domingo probablemente fue el juego “más duro” de su vida. “Tenía muchos pensamientos en mi cabeza. No podíamos concentrarme”, explicó.
A lo largo de la temporada, todos los equipos que enfrentó lo homenajearon en sus estadios, pues ya se sabía que Cabrera jugaba la última temporada de una carrera prolífica.
Durante sus 21 años, Cabrera se convirtió en un jugador ameno y afable dentro y fuera del terreno no sólo con sus compañeros de equipos, sino incluso con sus rivales.
Las expresiones de admiración sobraron en sus visitas recientes a otros equipos. Aaron Boone, manager de los Yanquis de Nueva York y ex compañero de Cabrera en Florida, lo describió como “el bateador más astuto” que ha conocido y “un genio”.
Justin Verlander, uno de los lanzadores más dominantes de las últimas décadas y también ex compañero de Cabrera en los Tigres de Detroit, lo calificó como “uno de los mejores bateadores” de la historia.
Venezuela en lo alto
La temporada de 2023 dejó hitos de otros venezolanos. Luis Arráez, de los Marlins de Miami, fue el mejor bateador de la Liga Nacional, con .354, y se convirtió en el primer pelotero de la historia en quedar campeón bate en ambas ligas en años consecutivos.
Ronald Acuña Jr., de los Bravos de Atlanta, también cosechó un año extraordinario, al ser el primer pelotero en batear más de 40 jonrones y robarse más de 70 bases. Su promedio de .336 fue el segundo mejor de todas las Grandes Ligas, detrás de Arráez.
Este martes, comienza la postemporada en las Mayores con cuatro juegos.