Armando Armas: Existe la determinación unívoca de la comunidad internacional de rechazar el fraude electoral de la narcotiranía
La resolución denuncia el nombramiento antidemocrático de nuevos miembros del Consejo Nacional Electoral y la suspensión de que han sido objeto las actuales direcciones nacionales de varios partidos
Nota de prensa
10 de julio de 2020.- Los diputados del Parlamento Europeo emitieron una resolución con 487 votos a favor, 119 en contra y 69 abstenciones, donde se rechaza las vulneraciones del funcionamiento democrático, constitucional y transparente de la Asamblea Nacional, así como los actos de intimidación, la violencia y las decisiones arbitrarias contra los parlamentarios. Se trata de una resolución discutida y aprobada en el plenario en donde las diferentes fracciones piden elecciones libres en Venezuela y reiteran su apoyo al gobierno interino de Juan Guaidó.
La resolución denuncia el nombramiento antidemocrático de nuevos miembros del Consejo Nacional Electoral y la suspensión de que han sido objeto las actuales direcciones nacionales de varios partidos en contra de la voluntad de sus miembros. Además, se reiteró el reconocimiento a Juan Guaidó como el presidente legítimo de la Asamblea Nacional y el presidente interino legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, de conformidad con el artículo 233 de la Constitución de Venezuela.
Durante los últimos años, diputados de la Asamblea Nacional, los integrantes de la Comisión de Política Exterior, al igual que embajadores del gobierno del presidente Juan Guaidó han sostenido reuniones con homólogos europeos a quienes han expuesto la actual situación del país. De igual manera, Armando Armas, presidente de la comisión de Política Exterior, y su homólogo David McAllister recientemente sostuvieron una reunión en la cual se consolidó la cooperación entre la Asamblea Nacional y el Parlamento Europeo. “Nuestra estrategia se basa en desmantelar el Estado delincuente que hoy dirige Nicolás Maduro. Hoy existe una determinación unívoca de la comunidad internacional de rechazar el fraude electoral de la narcotiranía”, señaló Armando Armas.
Por su parte, el Parlamento Europeo reiteró su apoyo a la Asamblea Nacional como “el único órgano democrático de Venezuela elegido legítimamente y cuyos poderes han de respetarse, incluidas las prerrogativas y la seguridad de sus miembros”. Para los eurodiputados, el respeto de las instituciones y de los principios democráticos y la defensa del Estado de Derecho “son condiciones esenciales para encontrar una solución a la crisis en Venezuela para beneficio de su población”.
El eurodiputado Leopoldo López Gil, presente en la sesión del Parlamento Europeo, expuso que uno de los objetivos del Plan de Acción de los Derechos Humanos y la Democracia de la UE es fomentar la democracia y resaltó que “en 2019 se realizaron ocho misiones de observación y siete misiones de expertos para apoyar procesos electorales, recursos que podrían asegurar la transición democrática y negociada en Venezuela, con elecciones libres, justas y transparentes, anulando los intentos del régimen por corromper las instituciones democráticas y deponer ilegítimamente la dirección de los partidos políticos”.
López Gil solicitó al Alto Representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, que utilice todos los instrumentos a su alcance para que la democracia y los derechos humanos se restituyan en los países que sufren su ausencia.
Por su parte, la embajadora de Venezuela en Bélgica, Mary Ponte, señaló que “cada vez es más reducido el grupo de gobiernos con los que el régimen se puede aliar para el ejercicio de sus actos de corrupción y de negocios turbios y cada vez es más amplio el mundo libre y democrático que apoya al gobierno interino de Juan Guaidó y al pueblo venezolano”.
La resolución exhorta a que se creen condiciones que permitan la celebración de elecciones presidenciales y legislativas libres, transparentes y creíbles basadas en un calendario fijo, unas condiciones justas para todas las partes, transparencia y la presencia de observadores internacionales con credibilidad, como la única manera de salir de la crisis, excluyendo toda acción violenta o militar.