Conindustria: Gobierno repite los mismos errores y las empresas siguen cerrando
El presidente de la Confederación Venezolana de Industriales indicó que las compañías en manos del Estado han quedado absolutamente destruidas
Con información de Unión Radio
El presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, calificó este miércoles el incremento salarial anunciado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, como un “error” destructivo y repetitivo por lo que es posible que las empresas que quedan en el país sigan cerrando sus puertas.
“Las empresas están cerrando, han ido cerrando y continuarán cerrando y al final el que se perjudica es el consumidor venezolano (…) Este error en cuanto al salario mínimo por sí solo, ya se ha cometido tantas veces y ha sido perjudicial en todas esas oportunidades. El error de tratar de controlar artificialmente los precios de los productos ya lo hemos visto en varias oportunidades y se sigue amenazando con lo mismo; entonces uno al final lo que piensa es que la capacidad de destruir está ahí y la seguirán utilizando; así que mientras sigamos teniendo los mismos gobernantes, pues las condiciones no van a mejorar”, sentenció.
La advertencia fue hecha por Olalquiaga durante una entrevista concedida al periodista Cesar Miguel Rondón, en la cual también colocó como ejemplo la decisión del Gobierno de implementar la reconversión monetaria nuevamente, acción que en casos anteriores no ha beneficiado al freno de la inflación.
“Bueno recuerden diciembre del 2016 cuando tuvimos la sacada del billete de Bs 100 y el proceso destructivo de la economía lo llevaron a cabo, luego lo prorrogaron varias veces, pero se hizo, así que el proceso destructivo está y seguirá estando si seguimos con los mismos gobernantes (…) Lo que tenemos es un país que cierra las oportunidades para los venezolanos, se van cerrando las oportunidades de prosperidad y que está muriéndose en la medida que van pasando los días”, lamentó.
Comentó que el Gobierno tiene un sesgo político de querer mantener una economía que es centralizada con el propósito de tener más empresas en manos del Estado y poder tener más control social y por ende político.
Sin embargo, indicó que las empresas en manos del Estado “han quedado absolutamente destruidas (…) la filosofía de un Gobierno centralizado es muy mala pero además de eso está la incompetencia para ir tomando decisiones cotidianas en cuanto a los manejos diarios”, destacó.