Hiperinflación mermará valor del nuevo cono monetario en un 70%
Las monedas no van a tener ningún sentido, el material será más valioso que la denominación de la moneda”, explicó economista de la firma Ecoanalítica
Con información del Correo del Orinoco
“El nuevo cono monetario tendrá una vida corta; para el momento en que el billete de Bs. 500 circule habrá perdido 70% de su valor, tomando en cuenta nuestras proyecciones de inflación. Las monedas en particular no van a tener ningún sentido, el material será más valioso que la denominación de la moneda”, explicó el economista de la firma Ecoanalítica, Jean Paul Leidenz.
El papel moneda de mayor denominación será a partir de junio el de Bs. 500, pero una vez en poder del comerciante independiente equivaldrá no a Bs. 500 mil, sino a Bs. 140 mil.
El dúo de platos fuertes de la tanda de anuncios del mandatario nacional en la noche del jueves, la reconversión monetaria y la emisión del nuevo cono monetario, está en la memoria reciente de los venezolanos, pues el primero y único proceso de eliminación de ceros a la moneda nacional en la historia de Venezuela ocurrió en 2008, por orden del ex presidente Hugo Chávez.
Entonces, hubo 10 meses para la fabricación y sustitución de las especies monetarias, adecuación de los sistemas de pago y registros contables, así como para el diseño e implementación de una estrategia de comunicación. El lapso era considerado como perentorio por el Banco Central de Venezuela (BCV) y la tarea un difícil reto, dado el lapso inferior a un año.
En esta oportunidad, solo dos meses distancian el anuncio de la implementación.
Las circunstancias económicas eran distintas comparadas con la actualidad. En 2007, la inflación rondaba 22,5% y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cerraba en 8,8%, según cifras del BCV. Una década después, al cierre de 2017, la Asamblea Nacional estimó que la inflación escaló a 2.616%, mientras que Ecoanalítica la determinó en 2.874,3%. El retroceso económico, según el Parlamento, es de 34% en los últimos cuatro años.
“En dos meses es poco tiempo para poner a circular el nuevo cono monetario. Es muy difícil que puedan salir de los billetes en circulación en tan poco tiempo. Quizás los hagan convivir y continúen con la política de postergaciones”, explicó el economista de la firma Ecoanalítica, Jean Paul Leidenz.
De hecho, el BCV demoró 10 meses en 2008 para distribuir 1.018 millones de billetes “cantidad suficiente para el perfecto desenvolvimiento de la economía venezolana” de entonces. Los traslados comenzaron en octubre de 2017, dos meses antes de la entrada en vigencia de la reconversión. Hasta finales de febrero de 2008, “la movilización realizada equivalió a la ejecutada normalmente en un año: en el lapso mencionado, se fletaron 1.049 camiones”, precisan. En diciembre de 2007, a un mes de la eliminación oficial de los tres ceros, se movilizaron 519 camiones con piezas.
La logística de hace una década supone que en abril debería arrancar el traslado del nuevo cono monetario, pero lo cierto es que el presidente del BCV informó este viernes que “en los próximos días” desarrollarán “las soluciones y adecuaciones tecnológicas pertinentes” y expondrán a las instituciones financieras públicas y privadas el cronograma de trabajo para el proceso de reconversión monetaria.
Efecto cosmético
El Ejecutivo ha vendido la nueva reconversión monetaria como una ruta para combatir los efectos de la llamada guerra económica, “la dificultad para la realización de transacciones, bloqueo económico y financiero de EE UU, extracción del billete hacia Colombia e inflación inducida”, en un contexto caótico devenido del desorden fiscal y monetario alimentado por el propio gobierno y que los economistas han alertado como la causa de la grave distorsión económica.
A juicio de Leidenz, ni la reconversión monetaria ni el nuevo cono monetario representan medidas estructurales para frenar la hiperinflación y el retroceso económico.
El anuncio de la reconversión generó críticas. Usuarios en redes sociales manifestaron que la medida no solo busca maquillar la hiperinflación, sino impulsar el aumento de bienes subsidiados como la gasolina. Desde febrero de 2017, el precio fijado para la gasolina de 95 octanos es de Bs. 6 por litro; mientras que la de 91 octanos es de Bs. 1 el litro.
La moneda de menor denominación del cono vigente a partir del 4 de junio de 0,5 céntimos superaría el monto que debe pagar un conductor por llenar el tanque de un vehículo sedán de 60 litros, por ejemplo.
El presidente del BCV confirmó este viernes que los costos de estos bienes y servicios subsidiados como la gasolina y el Metro serán discutidos.
- ¿En qué favorece este nuevo proceso? considerando la escasez de efectivo, la hiperinflación, la pérdida del poder adquisitivo y la grave distorsión actual en materia económica.
- La reconversión monetaria es una medida estética, de ninguna manera es una medida que pueda frenar la inflación. Es superficial para tratar de hacer más fácil la contabilidad, pero el gobierno no ha anunciado ninguna medida estructural, de modo que en seis meses tendremos los mismos problemas.
Los billetes que se anunciaron para el momento que lleguen habrán perdido el 70% de su valor, con las proyecciones de inflación de 53% en marzo, 68,3% en abril y 96% en mayo. El billete de Bs 500 cuando entre a circular, equivaldría a 140 mil bolívares actuales, imagínate cómo será el de todos los demás. Son denominaciones que no van a solucionar la escasez porque los billetes se importan y no hay dólares para hacerlo, y por eso ha tardado tanto el proceso de distribución del billete de 100 mil bolívares, y en general del cono monetario de 2017.
- El gobierno plantea este mecanismo como una vía para frenar lo que ha catalogado como inflación inducida. ¿Qué impacto podría tener en la variación de los precios?
- La reconversión podría facilitar la contabilidad de las empresas, pero no puede frenar la hiperinflación. La hiperinflación va a seguir con la misma o mayor severidad, mientras no se tome un ajuste estructural, devolviendo la independencia al Banco Central de Venezuela, por ejemplo.
El economista precisa que, hace una década, la implementación de la reconversión costó $ 40 millones al sistema financiero; el monto incluye aspectos tecnológicos y publicidad. “Si antes había la holgura para gastarlos, ahora no la tenemos. Probablemente, el gobierno tenga que postergar la fecha”.
En el este contexto de hiperinflación, el debilitamiento del bolívar prosigue y rutas como la dolarización informal, el trueque y la preeminencia de medios de pago electrónicos se siguen abriendo camino.