Maduro promete albergue ante multiplicación de la miseria en Anzoátegui
Durante una visita al estado para conmemorar los 200 años de la Casa Fuerte de Barcelona, el mandatario anunció que las cajas de los Clap en lugar de una serán distribuidas dos veces por mes. De esa forma aspira luchar contra el flagelo del hambre que afecta a la población
Redacción
La visita del presidente Nicolas Maduro al estado Anzoátegui, a propósito de la conmemoración de los 200 años de la masacre de la Casa Fuerte de Barcelona, coincidió con diversas actividades de calle por parte de opositores, en rechazo al golpe de Estado que diera el TSJ.
El mandatario prometió como en tiempos de campaña, ayudar a la población más vulnerable creando un albergue para personas en condición de pobreza, así como también la periodicidad de las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción Clap, los cuales dijo, llegar a las familias en lugar de una, dos veces al mes, con lo que espera mitigar el grave problema de escasez y alto costo de alimentos que mantiene a cientos de familias en el estado, pasando hambre o rebuscando en la basura para poder alimentarse.
Los anuncios hechos por el presidente, coincidieron con la salida de funcionarios de la sede tribunalicia donde estaban siendo sometidos a juicio por supuesta corrupción en el manejo de los Clap, mecanismo que ha dado lugar a las más diversas irregularidades.
Personas que se encontraban en el edificio del Poder Judicial estadal, observaron con estupor como quienes habían sido señalados por corrupción salían voceando “Clap, Clap, Clap” y con una sonrisa en sus rostros por haber salido airosos del proceso que se les seguía. Paradójicamente, jóvenes estudiantes que se encontraban detenidos por manifestar en contra del Golpe de Estado dado por el TSJ, permanecían en el recinto aún cuando horas después fueron puestos en libertad.
La visita del primer mandatario pasó sin pena ni gloria, mientras sus anuncios no despertaron el más mínimo entusiasmo. “Que no diga que va a hacer, que lo haga porque llevamos 17 años esperando mejoras”, comentó una vecina de la capital al referir que al menos la Casa Fuerte convertida en baño público por transeúntes, indigentes y borrachos, quedó arregladita y ornamentada tras la visita oficial.