La escasez mantiene en zozobra a la población anzoatiguense
Cada vez son más recurrentes las situaciones irregulares en establecimientos comerciales. Este martes 5 de julio, día de la Independencia, fue evidente el desespero de la población cada vez más indefensa ante el hambre
Redacción
“Ya no se consigue qué comer y los saqueos complican las cosas porque entonces la Guardia y la Policía arremeten contra todos y pagamos justos por pecadores”, comenta una mujer que junto a su pequeño de 10 años, intentó comprar una lata de sardinas en un establecimiento de asiáticos ubicado en la avenida Pedro María Freites de Barcelona.
La mujer, quien prefirió no identificarse, contó que reside en el sector El Viñedo y suele comprar en Sigo Barcelona, pero que a raíz del saqueo a un camión en horas de la madrugada de este martes, la situación se puso tensa y tuvo que salir a recorrer otros comercios a ver que conseguía.
Refiere que gana 5 mil bolívares semanales (algo más del salario mínimo), pero que no le alcanzan ni siquiera para comer. “Acabo de comprar 2 paqueticos de masa en 2 mil bolívares, 2 latas de sardinas en 950 cada una y 6 plátanos por 1000 bolívares”, me queda lo justo para agarrar el bus que me lleve de nuevo a la casa, comentó cabizbaja, mientras vaticinaba que algo tendrá que pasar en Venezuela. “Esto no lo aguanta nadie”, remarcó.
Al testimonio de la joven madre se sumó el de Gregorio, un abuelo de 78 años, quien comenta que últimamente su alimentación se reduce a auyama en la mañana, crema de auyama al mediodía y dos vasos de agua en la noche. “Hasta la semana pasada me comía 2 o 3 mangos que caían de la mata de al lado a mi patio, pero ya se acabó la cosecha “, afirma con tristeza mientras mueve su cabeza en gesto de negación.
El anciano dice vivir en el barrio Caño Sala’o y según confiesa, todavía no conoce las bolsas de los Clap. “Me imagino que las están llevando a algunas partes, pero donde vivo no han llegado, creo que eso es parte de las mentiras de esta gente del gobierno", dijo.