OEA extiende la mano a Venezuela para búsqueda de soluciones a la compleja situación política nacional
La declaración fue adoptada por consenso. Paraguay no apoyó el texto porque no incluye la “exhortación” al Gobierno de Venezuela para que permita la convocatoria del referendo revocatorio
Con información de EFE
Los 34 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaron hoy por consenso una declaración conciliadora sobre Venezuela negociada en una sesión de diez horas que concluyó con el gesto insólito de negar la palabra al jefe de gabinete del secretario general, Luis Almagro.
A última hora de la tarde Venezuela se sumó, con algunas modificaciones de poco calado y tras un receso de más de tres horas, al texto que durante una semana habían negociado más de 20 Estados bajo el liderazgo de Argentina, una vía conciliadora alternativa al proceso de aplicación de la Carta Democrática activado por Almagro ayer.
El secretario general no asistió a la reunión para dejar claro que esta iniciativa es diferente de la suya y en su lugar acudió su jefe de gabinete, Gonzalo Koncke, a quien el presidente del Consejo Permanente, el embajador argentino Juan José Arcuri, negó la palabra al término de la reunión, una situación que los más veteranos de laOEA consideran insólita y que Koncke vivió con “desconcierto”.
La declaración fue adoptada por consenso, una fórmula poco comprometedora y de gran tradición en la OEA, aunque la misión de Paraguay quiso dejar claro que, pese a no obstruir el consenso, no puede apoyar el texto porque no incluye la “exhortación” al Gobierno de Venezuela para que permita la convocatoria del referendo revocatorio que promueve la oposición de ese país.
Paraguay, el único Estado que apoya abiertamente a Almagro en el proceso de la Carta Democrática, no fue el único que consideró que el texto aprobado se queda corto, también lo hicieron, con diferente contundencia, Canadá, Colombia, Estados Unidos y, paradójicamente, hasta la propia Argentina.
Canadá, uno de los patrocinadores de la declaración, admitió que su misión quería introducir “términos más duros” y que el texto aprobado es “blando, débil y mantiene silencio sobre los principios fundamentales básicos de derechos humanos”.
Colombia dijo que “no contiene todos los elementos que uno pensaría que deben estar allí presentes”, Estados Unidos señaló que el texto “no es perfecto” y Argentina, la misión que ha liderado este proceso, concluyó la sesión reconociendo las carencias de la declaración.
“Queríamos incluir más mensajes en el texto, más duros, estridentes, con más compromisos, pero lo más importante es que haya una declaración del Consejo Permanente que permita un diálogo”, afirmó el representante alterno de Argentina, Julio César Ayala.
Venezuela, que empezó la sesión batallando cada punto con el apoyo de Nicaragua y Bolivia, terminó por sumarse, con añadidos que se limitan a defender la “soberanía” de Venezuela, al texto mayoritario al comprobar que esa declaración tenía el apoyo expreso de 21 países del organismo.
Su declaración inicial solo cosechó el apoyo de cuatro Estados (Bolivia y Nicaragua, más Ecuador y Dominica, que apoyaron las dos), un resultado que evidencia que Venezuela ha perdido parte de la abrumadora influencia que en años anteriores le llevó a ganar votaciones en la OEA sin batallar ni ceder, como tuvo que hacer hoy.
El texto aprobado por el Consejo Permanente de la OEA hoy afirma “su fraternal ofrecimiento a la hermana República Bolivariana de Venezuela a fin de identificar, de común acuerdo, algún curso de acción que coayude a la búsqueda de soluciones a su situación mediante un dialogo abierto e incluyente entre el Gobierno, otras las autoridades constitucionales y todos los actores políticos y sociales de esa nación para preservar la paz y la seguridad en Venezuela con pleno respeto a su soberanía”.