Escasez de alimentos se agudiza y también el desespero de la gente
En la mayoría de los establecimientos de la red privada ya no se consiguen productos de la dieta básica a precios regulados, mientras algunos comercios reducen sus anaqueles
Niurka Franco
La desesperación comienza a reflejarse en los rostros de decenas de anzoatiguenses que buscan sin éxito, alimentos regulados para el sustento de sus familias.
Nilda Brito, una joven madre de tres niños, comentó que desde hace una semana han tenido que alimentarse a base de verduras, porque se le acabó todo y no consigue qué darle de comer a sus pequeños.
“Auyama con mantequilla y un poquito de queso rallado es lo que hemos estado comiendo y también el queso está carísimo. La pasta, el arroz y la harina pan solo la tienen los bachaqueros a precio de oro”.
Luis Hernández, gerente del automercado Le Marché de Barcelona, dijo respecto a la escasez que no es un problema del negocio, sino de situación país.
Observa que en lo que va de 2016 muy pocas veces han recibido productos de la canasta básica a precios regulados. “En algunas ocasiones nos ha llegado harina de maíz pre cocida, aceite y margarina, además de papel higiénico y detergente, pero en pocas cantidades.
“Empresas Polar es la que más nos surte, pero eso llega y ni siquiera hay chance de colocar la mercancía en los anaqueles”, dijo, mientras constatamos que los estantes están siendo reducidos ante la imposibilidad de mantenerlos ocupados.
Asegura que han llegado a tener vidrios rotos y un ambiente de mucha tensión en el interior del local porque la gente se desespera al ver que se agotan los productos.
Pollo y carne, los grandes ausentes
Y mientras cifras extraoficiales alertan sobre un 14% de inflación, solo en el mes de enero, el ciudadano de a pie afirma que trabaja solo para comer y mal, porque una alimentación balanceada está vetada para quien gana salario mínimo.
Un recorrido por carnicerías y abastos de Barcelona, permitió constatar que un pollo pequeño cuesta entre Bs. 1000 y 1200, mientras un kilo de carne, dependiendo si el corte es de primera o de segunda, puede llegar a costar entre 1.700 y 2000 bolívares.
“El precio regulado no existe, solo en Mercal y Pdvdal, pero ahí la gente se muere de mengua esperando y lo que recibe es sol, maltrato y hasta sus perdigonazos, comentó un usuario que prefirió no identificarse. “La última vez que hice una cola en el Pdval de la Alterna, salí como un chicharrón, con dos litros de aceite y una tibiera”, dijo.