Luis Salamanca politólogo y ex rector del CNE está convencido de que el mejor aliado político del país es la MUD e instó a no perder la confianza en esta alianza que ha jugado un rol trascendental

Niurka Franco

“Nuestra democracia está como un paciente con la pierna rota y el hueso fracturado pero que no tiene por qué ser amputada, por el contrario, cuenta con muchas posibilidades de restauración”, expuso el politólogo y ex rector del CNE, Luis Salamanca, durante su participación en el foro Ruptura de la Democracia y Transición Política, invitado por el Centro de Formación para la Democracia.

En medio de la disertación, ante una nutrida audiencia, en la que destacaron representantes de la sociedad civil, empresarios, políticos, estudiantes y dirigentes gremiales, el también catedrático de la UCV, destacó que este gobierno llegó por vía democrática y saldrá por esta misma vía, subrayando que el presidente Nicolás Maduro, está desesperado porque alguien se atreva a salir del camino democrático y de lo establecido en la Constitución de la República.

A su juicio, es necesario buscar por sobre todos los medios que el gobierno vaya a elecciones tal y como está previsto en la Ley, alertando que se ha pretendido a toda costa aplazar los comicios pendientes para este año, conscientes como están de que no ganarían proceso alguno, porque la población ha manifestado su rechazo al gobierno de forma reiterada.

“El pueblo venezolano merece un galardón por la resistencia mostrada durante estos 17 años”, apuntó para añadir que precisamente es ese detalle lo que nos diferencia de otros países como Cuba o Nicaragua por ejemplo. “Aquí todos estamos en resistencia. El empresario está en resistencia económica, los jóvenes en resistencia generacional y los adultos en resistencia civil.

Dos caminos y una opción

Salamanca estima que la Mesa de la Unidad Democrática es un excelente aliado político para lograr que el país avance en la búsqueda del cambio político electoral, en contraposición al gobierno que durante este último año ha intentado propiciar el camino de facto.

La MUD según indica, surgió con un propósito electoral y no como estructura política, por lo que insta a no ser demasiado severos a la hora de juzgar su actuación. “No hay que golpearla, que lo haga el gobierno”, dijo para acotar que el diálogo había desaparecido del espectro político venezolano y que no es cuestionable que la MUD haya accedido al llamado del gobierno, el cual no juega solo, aunque haya pretendido manejar el diálogo como una patraña.

“La oposición no puede abandonar ningún espacio, nadie gana algo por omisión y si de algo ha servido el diálogo, ha sido para desenmascarar al gobierno, cuyo falso discurso sobre la paz ha quedado totalmente al descubierto”.

Señala que Venezuela tiene en la actualidad dos caminos por delante, uno de facto inducido por el gobierno y otro electoral. A su juicio el tomar uno u otro dependerá de una multiplicidad de factores, entre ellos económicos, políticos y sociales, pero dijo estar persuadido de que la salida es electoral.

Por otra parte, al referirse al tema económico, fue claro al expresar que las malas políticas del gobierno y el populismo son la causa fundamental de la situación que hoy vivimos, caracterizada por una hiperinflación y la pérdida del 25% del PIB en un escenario en el que la depresión se ubica en 66% a consecuencia de la destrucción del aparato productivo tras el cierre de más de 2 mil empresas, lo que mantiene paralizado el aparato productivo, mientras el gasto público es financiado con impuestos que pagan los ciudadanos y éstos a su vez, son responsables de financiar al Estado, en medio de la crisis agudizada por la corrupción, el gasto dispendioso y la caída del ingreso petrolero.