Las personas que ingieren alimentos sacados de la basura se exponen a contraer graves enfermedades, incluso podrían morir

Con información de Excelsior

CARACAS.- Cada día son más las personas que por efecto de la crisis económica que vive el país se dedican a revisar los basureros y contenedores de desperdicios en búsqueda de alimentos para calmar el hambre, una actividad por demás penosa y peligrosa para la salud.

Las personas que ingieren alimentos sacados de la basura se exponen a contraer graves enfermedades, incluso podrían morir, advirtió la médico infectóloga Miriam Rodríguez.

Esta práctica, muy común en la Venezuela actual, comienza a preocuparnos, pues ha incrementado la población de pacientes en los hospitales públicos”, precisó la exdirectora de Salud de la Gobernación del estado Miranda.

Destacó que diariamente adultos y niños acuden a emergencias en los hospitales de Caracas presentando intoxicaciones y otras patologías por haber ingerido comida extraída de los depósitos de basura de los mercados públicos del área metropolitana.

Advierto a quienes ingieren alimentos sacados de los basureros que corren el riesgo de sufrir graves afecciones gastrointestinales, hepatitis B y fiebre tifoidea, aparte de que pudieran convertirse en vectores de contagio para sus familiares”, aseguró.

La doctora Rodríguez explicó que la comida contaminada con bacterias ocasiona infecciones, intoxicaciones, diarreas, vómitos, deshidratación y enfermedades aún más graves como la hepatitis tipo B y la fiebre tifoidea.

Consumir esos alimentos en mal estado genera un rechazo en el organismo activándose todo un mecanismo de defensa para tratar de expulsar esas sustancias tóxicas que el individuo ingirió”, dijo.

Precisó que otros de los riesgos a que se exponen quienes registran los basureros en busca de comida es que podrían contaminarse con residuos electrónicos, botellas, bombillos de mercurio y hasta desechos médicos.

Finalmente, recomendó a las autoridades municipales reprogramar el horario de recolección de la basura para que las bolsas con residuos de comida de los restaurantes no estén expuestas por mucho tiempo en las aceras y así evitar que se tenga acceso a las mismas.