Cinco factores que atentan contra la tradición navideña
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución realizó un estudio de la situación que vive el país como consecuencia de las erráticas políticas del gobierno que hoy impiden hasta la celebración de la navidad
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución realizó un estudio de la situación que vive el país como consecuencia de las erráticas políticas del gobierno que hoy impiden hasta la celebración de la navidad
Redacción
La temporada decembrina, estará afectada por cinco factores antagónicos y limitativos a nuestras tradicionales fiestas navideñas, estos son: Constante disminución del poder adquisitivo, escasez, volatilidad de precios, largas colas y reventa.
Analizaremos cada uno de ellos y explicaremos el por qué de sus efectos en lo que ha sido una tradición familiar que siempre permitía a los venezolanos adquirir y consumir productos propios de la época, tradición que se ha mantenido durante años, pero que ahora es prácticamente imposible continuar ante la crisis a la que han conducido las malas políticas del gobierno.
Constante disminución del poder adquisitivo: los salarios están sometidos a una merma constante y, cuando comparamos los ingresos familiares de los últimos 24 meses, estos se han reducido considerablemente. La principal razón de ello es la creciente inflación que reduce el poder adquisitivo de los venezolanos. Al comparar lo que se podía adquirir en enero de este año al mes de octubre, se observa una disminución en la capacidad de compra a menos de un 50% de los mismos artículos adquiridos anteriormente. Significa una dramática caída del poder adquisitivo, que a pesar de los incrementos salariales tiene una merma real. Siendo la elevada inflación causada por la política monetaria expansiva del Banco Central al colocar elevados volúmenes de dinero inorgánico en el circulante.
1. Escasez: Es la de mayor impacto en las familias y sus tradiciones porque limita la adquisición de esas acostumbradas compras decembrinas, a las que estamos habituados, sus altos niveles son preocupantes con porcentajes de los más elevados que se hayan podido observar desde la década de los 40 en la época de la segunda guerra mundial.
3. Volatilidad en los precios: Se observa en el constante aumento de valor de cualquier artículo o mercancía, que van desde un par de zapatos a un repuesto para un aire acondicionado y es la mejor evidencia de la volatilidad constante de precios. Algunos cambian de semana a semana, y lo observamos en el momento de tratar de adquirir cualquier producto que se necesite, el no comprarlo en ese momento, nos significa mayor costo luego. Lo más angustiante es sostener los precios de los presupuestos durante la realización de reparaciones o mejoras que se intenten hacer a un vehículo, vivienda, electrodomésticos, equipo o maquinaria.
4. Largas colas: Estas se hacen mayores cada día, lo observamos ya no solo para adquirir alimentos, también en los artículos esenciales para el aseo personal, baterías, cauchos, etc. Se ha convertido en un drama para los venezolanos ya que muchas veces después de hacer la cola, al tocarle el turno se ha acabado el producto. Se observan a lo largo y ancho del país y en cualquier establecimiento público o privado a donde llegue alguno de estos productos de mayor consumo o necesidad. Es la que genera mayores angustias y malestar en los consumidores por las dificultades que tienen que soportar quienes hacen las colas como medio de acceder a los productos regulados y subsidiados.
5. Reventas: A pesar de los operativos implementados de control por los organismos públicos, esta práctica ha continuado su crecimiento a lo largo y ancho del país. La misma está relacionada a los altos niveles de escasez ya que los consumidores se ven obligados a comprar en este mercado los artículos que necesitan y no consiguen. Se estima que el porcentaje de productos y mercancías que se obtienen por la reventa, fluctúa entre un 20% a 40% del total del consumo. Los productos más escasos son los que van en mayor volumen a este mercado informal con precios muy por encima de los regulados.
No hay solución mágica a las limitantes que le corresponde vivir a las familias venezolanas en ésta temporada decembrina, las cuales estarán afectadas por estos cinco factores que tendrán su impacto en las tradicionales fiestas navideñas al no poder cubrir las expectativas de consumo que son tradición en esta época del año para los venezolanos.
Costo de uvas obliga a cambiar la tradición
El alza incontenible de los precios lleva a pensar en otra fruta a la hora de pedir los deseos
Foto: archivo
El alza incontenible de los precios lleva a pensar en otra fruta a la hora de pedir los deseos
Irina Figuera / Puerto La Cruz @IrinaFiguera
El consumir las doce uvas antes de despedir el año, forma parte de la variedad de costumbres a nivel mundial. Direccionadas al plano netamente económico y en aras de la prosperidad, sin embargo, este 2014 la tradición será todo un lujo, pues su precio comercial está “por la nubes”.
En los puestos ambulantes de la avenida municipal de Puerto La Cruz, el kilo de uva importado oscila entre los 500 y 700 bolívares. Este costo varía dependiendo de la presentación y tamaño del fruto.
Tomando papel y lápiz podemos constatar que el aumento en comparación al año pasado es de 200%, ya que su costo promedio era de 300 bolívares. La opción más económica es la de la uva nacional, pero esta no se consigue, según la opinión de los consumidores.
“Con estos precios no hay utilidades que alcancen”, dijo Nathalia Ortiz, asomando la posibilidad de no comprarlas este año. La tradición contempla que en despedida del “año viejo” deben comerse doce uvas una por cada campanada que suene, esto en atracción a los buenos deseos.
La señora Mireya Díaz, acostumbra a comprar un racimo de uvas para el venidero año, comenta que se le ha hecho difícil adquirirla, ya que su valor supera lo destinado en su presupuesto.
“De verdad dudo comprar mis uvas este año están carísimas y mi presupuesto no alcanza. Esto forma parte de un lujo que pocos nos podemos dar”, dijo.
Encargados de supermercados alegan que el alto impacto en el costo de la uva, también se debe al tiempo en que permanecen retenidas en los puertos, generando considerables pérdidas. Según la información que a ellos le suministran los distribuidores y proveedores.
Los anzoatiguenses estiman que podría ser la gran ausente en la mesa navideña, que normalmente acompaña a las nueces, avellanas y tortas negras.
A falta de uvas...
La lenteja, es otra opción para quienes no cuentan con un amplio bolsillo, es una fiel protagonista de la mesa de año nuevo que de igual proporción representa la fortuna y la prosperidad.
En los abastos y supermercados el paquete de medio kilo tiene un precio de 30 bolívares aproximadamente, accesible para quienes decidan lanzarlas en cuanto el reloj marque las 12:00 pm.
La señora Coromoto Mendoza, cuenta que en vista de la crisis económica galopante en el país, tomará como iniciativa el consumir otras frutas entre ellas las tropicales como la mandarina.
“Voy poner mandarinas que están mucho más baratas y se ven igualmente bonitas en la mesa”.
En los comercios el kilo de mandarina se consigue a 20 bolívares, mientras que en los puestos de buhoneros y los camiones están a 30 bolívares 2 kilos y 3 kilos, respectivamente.