Volverán sin el salvavidas que salieron a buscar
El presidente Nicolás Maduro y los miembros de su gabinete regresarán con las manos vacías. El plan no sale como esperaban
Caracas. Evely Orta
La gira por Rusia, China y los países miembros de la OPEP promete ser un fracaso para el presidente Nicolás Maduro. No está dando los resultados que él se esperaba a muy corto plazo.
A pesar de la bonanza petrolera, Venezuela es uno de los pocos países productores y exportadores de crudo que no aumentó sus reservas en previsión de una caída de los precios de la cesta petrolera. El financiamiento que tanto esperaba Maduro no se concretó, por lo que se puede prever un colapso económico de no conseguir un salvavidas.
Al parecer, el gobierno de China solo ofreció el financiamiento de proyectos a largo plazo, pero negó el préstamo de 16.000 millones de dólares que necesita Maduro para paliar la crisis económica que azota el país.
Según los expertos, la oferta china de financiar proyectos industriales y energéticos en Venezuela por un monto de hasta 20.000 millones de dólares hace muy poco para aliviar los enormes problemas económicos que enfrenta hoy el Gobierno, que requiere de una inmediata inyección de liquidez para compensar la abrupta caída de la renta petrolera.
“Le dieron algo, como para que pudiera declarar algo y no quedar en ridículo”, dijo Orlando Ochoa, profesor de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en Caracas, al diario estadounidense El Nuevo Herald.
“Va a regresar con las manos vacías. Los proyectos energéticos y de desarrollo industrial son cartas de intención que se ejecutan en un número de años, si es que las condiciones están dadas. Hay firmados proyectos de inversión en Venezuela por más de 150.000 millones de dólares que no se han ejecutado”, explicó Ochoa.
El Gobierno está entre la espada y la pared, con un presupuesto nacional deficitario calculado a 60 dólares por barril, cuando esta semana apenas esta por debajo de 50, una inflación galopante, un aparato productivo destruido que lo hace depender de las importaciones y otro sinnúmero de factores que ponen al régimen en jaque, lo obligaba a pedir con urgencia un el auxilio monetario.
En consecuencia, los anaqueles de los abastos podrían continuar vacíos por más tiempo debido a la falta de liquidez. A cambio del préstamo, Maduro estaba ofreciendo un abanico de garantías, incluyendo suministros futuros de petróleo y la futura producción de minerales provenientes de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).