El alquiler de trajes un negocio que cobra vigor
Si hay algo que distingue al venezolano, es su deseo de ataviarse, pero en tiempos de crisis éste no forma parte de las prioridades. Las tiendas de alquiler ofrecen opciones para lucir radiantes con una mínima inversión
Niurka Franco
En tiempos de crisis hay quienes lloran y quienes se dedican a vender pañuelos y precisamente entre quienes se decidieron por la segunda opción, se encuentran algunas casas de alquiler de trajes, las cuales en los últimos años han visto activadas sus cajas registradoras, frente a una clientela movida por el deseo de lucir glamorosa, sin tener que hacer una gran erogación de dinero.
Rosa Kenny es propietaria de la tienda Kenny Alquiler, ubicada en la avenida Cajigal de Barcelona, en el pequeño local cuatro jovencitas modelaban algunos vestidos de fiesta con rostro entusiasta, para finalmente pronunciarse. “Me quedo con éste rojo”, comentó una de las chicas, tras probarse no menos de ocho modelos.
Kenny las asiste con simpatía y deja por unos segundos los clientes para atender al equipo de elmercurioweb.com. De entrada nos adelanta que los fines de semana el trabajo es arduo. “La situación del país y las nuevas tecnologías obligan a la gente a ingeniárselas para lucir bien en cada ocasión sin verse repetidos, ya sabemos que siempre hay una foto en Facebook que delata la frecuencia con la que usamos determinada ropa”.
“Por razones de trabajo, siempre debo asistir a eventos sociales que requieren vestirme formal y no siempre hay dinero para adquirirlo, por eso alquilar es mi tabla de salvación, comenta Angélica Escalante, una joven ingeniera.
Mientras una blusa sencilla en cualquier centro comercial cuesta entre 1500 y 2000 bolívares, un traje alquilado puede costar entre 800, 1200 y 2000 bolívares, dependiendo del modelo, la tela y los detalles, pero nunca excede a 2 500 bolívares con la ventaja de que puede ser ajustado a la medida.
Se acabó la sucesión
Las novias modernas ya no guardan el vestido como lo hacían las abuelas de algunas familias, de manera que pasara de generación en generación. Ahora, ellas también prefieren alquilar vestidos glamorosos que les permiten lucirse el día de la boda, pero además ahorrarcostos e invertir parte del presupuesto que dispongan, a viajar, disfrutar o equipar su nueva casa.
“Tenemos trajes de novias hasta en 6 mil bolívares, pero incluimos todo, vestido, armador si fuere el caso, velo e incluso el liguero, porque es costumbre obsequiarlo a quien nos alquila el vestido”, apunta la propietaria para luego afirmar que se trata de una empresa familiar.
En la urbanización Nueva Barcelona, Mariana Acevedo abrió las puertas de su propio taller de alta costura y comenta que el alquiler de trajes para damas ha sido un éxito. “A la mujer venezolana siempre le ha gustado lucir radiante y la anzoatiguense no es la excepción, por lo general quieren lucir como para vender portadas de revista y aquí les damos esa oportunidad a muy buen precio”.
El taller de Mariana está a pocos metros del Centro Comercial Puente Real y dispone de vestidos para damas desde 1500 hasta tres mil bolívares y los diseños son actuales. “Exigimos un depósito de 1000 bolívares para garantizar el cuidado de la prenda pero los devolvemos cuando nos regresan el vestido”.
Nelly Fonseca es estudiante de Derecho y asegura que prefiere alquilar porque siempre queda bien. “Sólo compro accesorios y me ahorro un dineral, porque un vestido de fiesta en estos momentos no baja de 20 mil bolívares”.