Pedro Galvis: “Gobierno con cierre de frontera busca mayor control social”
Pedro Galvis, dirigente regional de PJ cree que los gobiernos de Venezuela y Colombia están utilizando el problema fronterizo con fines políticos
Niurka Franco
El cierre de la frontera constituye un tema que está siendo utilizado políticamente por los gobiernos de Venezuela y de Colombia.
De esta manera lo expresa Pedro Galvis, dirigente regional de Primero Justicia, quien reconoce que en la frontera se han venido cometiendo las más inusitadas irregularidades durante años, pese a la presencia de la Guardia Nacional Bolivariana, componente militar sobre el cual recae la responsabilidad de velar por la custodia y el orden.
“La grave crisis de desabastecimiento e inflación, así como la devaluación de la moneda nacional no se ha resuelto ni se resolverá con la medida de cierre porque el gobierno sigue empeñado en distraer la atención, ante su incapacidad para resolver los graves problemas del país”.
A juicio del dirigente político, el plan del gobierno parece ser el de asediar la tranquilidad de los venezolanos, muy a propósito de la campaña electoral en puertas, al limitar su libre desenvolvimiento.
Con las disposiciones del Estado de Excepción se establecen limitaciones a reunionespúblicas y manifestaciones, restricciones que resultan inaceptables en el desenvolvimiento de la campaña electoral en los municipios afectados.
Recordó que cuando el Bolívar era más fuerte que el peso colombiano, eran los venezolanos quienes iban a comprar al vecino país. “Maicao y Cúcuta eran pueblos económicamente deprimidos, pero supieron aprovechar esa coyuntura para desarrollar una infraestructura de servicios importante y hoy son poblaciones modernas con una economía pujante”.
Contrario a lo que fue la reacción de Colombia entonces, hoy Venezuela en lugar de sacar provecho de las condiciones actuales, procede al cierre de la frontera, en tanto que las erradas políticas aplicadas hasta ahora, solo han servido para incentivar el surgimiento de mafias, contrabando y mercados negros que distorsionan el libre desarrollo de empresas productivas en el país.
Galvis recordó que en 2007 el intercambio comercial entre Venezuela y Colombia era del orden de los 8 mil millones de dólares y hoy apenas si alcanza los 2 mil millones, con el impacto negativo que tal disminución tiene sobre el empleo y toda la actividad productiva, estimula la dependencia de la población en el Estado, el cual ejercería cada día mayor control social.
“El gobierno no sabe qué hacer para resolver la crisis generada por sus políticas, ahora pretenden castigar a la gente por aspirar un cambio, que se verá materializado a partir del 6 de diciembre”.