Mar de fondo

La bonificación del salario es otra descarada y explosiva humillación para los trabajadores venezolanos.

Otra marranucia del chavismo para negarles el derecho a un salario digno y a condiciones laborales justas a los trabajadores venezolanos.

Lo cierto es que en Venezuela, el salario mínimo sigue siendo de 5 dólares mensuales.

Eso no le alcanza para sobrevivir a nadie y ellos lo saben, pero no les importa.

Para disfrazar esta insostenible situación el régimen ha implementado ese sistema de bonificacion como otra forma de someter y esclavizar a los trabajadores.

Por eso es ampliamente rechazadas por los sindicatos y organizaciones de trabajadores.

Saben que dichas bonificaciones son una forma de disfrazar un salario real que sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias.

Entienden perfectamente que tales bonificaciones, administradas por el regimen a su antojo, representan otra forma de control social.

El regimen las utilizará para mantener a raya a los trabajadores o para reducir sus derechos laborales.

En cualquiet momento el régimen podría amenazar con recortar las bonificaciones si los trabajadores participan en protestas o huelgas.

Ignoran deliberadamente que los trabajadores tienen derecho a un salario digno que les permita cubrir sus necesidades básicas y las de sus familias.

La bonificación del salario no garantiza ese derecho universal y por eso el descontento.

La burla de los supuestos aumentos de los bonos en Venezuela es una reacción a la ineficacia de las medidas chavistas para combatir la inflación.

Ademas ni siquiera son suficientes para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.

Como resultado, los salarios reales continúan cayendo, lo que lleva a una mayor pobreza y descontento social. Esa es la única verdad. Lo demás es puro cuento.