DIVAGACIONES…

Junio 18 de Junio de 2023

Una situación terriblemente presagiosa de tiempos más oscuros y difíciles está viviendo nuevamente nuestra amada Patria. El régimen ante la posibilidad cierta de perder electoralmente el poder ha ordenado a sus rectores que renuncien al Consejo Nacional Electoral, llevándose de paso a los dos semi rectores de la oposición. La Asamblea Nacional más veloz que nunca designa a los miembros y dentro de ellos a la esposa del Presidente Nicolás Maduro, lo cual mínimo es una muestra del nepotismo y el desprecio que siente el régimen por las leyes, las formas y los ciudadanos.

Tras bastidores se comenta que el próximo presidente será el militar Francisco Ameliach, un radical partidario de Diosdado Cabello quien hace méritos para ser considerado el más recalcitrante y furioso enemigo de: El diálogo, la democracia y la alternancia del poder. Dos tesis del estarían manejando, la primera, que impulsa Diosdado Cabello de radicalizar aún más el proceso, perseguir, inhabilitar, encarcelar, incluso asesinar si fuere necesario para mantener el poder y la segunda con Jorge Rodríguez a la cabeza que plantea una celebración de elecciones bajo la óptica de: Que aún perdiendo quedarían con una fuerte fracción parlamentaria. Actualmente la tesis mayormente defendida es la de Diosdado y creo que se impondrá en el seno del partido y del gobierno. Sin embargo lo difícil está en que los ciudadanos se cansaron de llevar palos, de perder sus sueños, de verse arruinados, separados y acosados ante la incertidumbre de la falta de alimentos, medicinas, salarios dignos y otras urgentes necesidades.

La gente está dispuesta a pelear por sus vidas y esta vez no surtirán efectos las amenazas y la represión de los organismos policiales. Ahora bien las proyecciones de las encuestas especializadas y de los hechos de los candidatos indican que la candidatura de María Corina Machado ha tomado fuerza en toda la geografía nacional, su mensaje ha calado hondo y cualquier cosa que pueda sucederle será atribuida como una maniobra del régimen, haciendo desatar los demonios por más de veinte años contenidos en los sectores mayoritarios del País.