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El 19 de abril de 1810 en Barcelona; Por: Omar González Moreno / @omargonzalez6

Crónicas de Anzoátegui

Según la historia, esa especie de túnel del tiempo que nos permite entrar en contacto con el pasado, la primera estrella de la Bandera Nacional de Venezuela es un reconocimiento a Barcelona, la primigenia provincia de Venezuela que se sumó a la rebelión del 19 de abril de 1810.

En efecto, está suficientemente documentado con ese anillo mágico, esa especie de talismán que nos permite recorrer la vida de los pueblos como un cangrejo, que fue Barcelona la primera provincia que apoyó la decisiva acción del pueblo caraqueño de lanzarse a las calles para exigir la renuncia del Capitán General Vicente Emparan aquel histórico Jueves Santo del 19 de abril de 1810.

Una semana después, exactamente el 27 de abril de ese año crucial, la representación de lo que es hoy el Estado Anzoátegui, decidió sumarse a ese primer paso para lograr la independencia de Venezuela, durante una convulsionada sesión del cabildo reunido en una vieja casona, ubicada al lado de la Catedral de Barcelona.

Esa trascendental sesión estuvo presidida por el entonces brigadier Gaspar de Cajigal e integrada por los siete miembros del ayuntamiento, los cuatro secretarios con derecho a voto y el delegado por la Junta Suprema de Caracas, Don Francisco Policarpo Ortiz.

Allí, el brigadier Gaspar de Cajigal fue designado como el primer Gobernador de la Provincia Libre de Barcelona; y dos meses después murió.

Cabe destacar que, con la muerte de ese primer Gobernador de la Provincia Libre de Barcelona, el brigadier Gaspar de Cajigal, quedó huérfano -con apenas 7 años de edad- quien sería uno de los más importantes sabios que ha tenido Venezuela: Juan Manuel Cajigal, fundador de los estudios de Matemáticas, Ingeniería y Astronomía en el país.

Cabe destacar que en honor a su memoria y a sus aportes científicos fue bautizado con su nombre el Observatorio Cajigal de Venezuela.

Volviendo al tema de la proclamación de la independencia, cuenta la historia que una de las primeras decisiones que toma el gobernador Gaspar de Cajigal fue comisionar a un inquieto muchacho de aquella Barcelona colonial, en cuya cabeza bullían ideas libertarias. Se trató -nada mas ni nada menos- que de José Antonio Anzoátegui, para que se dirigiera a Cumaná a entregar la proclama que liberaba a Barcelona.

José Antonio Anzoátegui, no solo cumplió a cabalidad con la misión que le fuera encomendada por aquellos patriotas, como era la de entregar esa proclama, sino que influyó de manera determinante, junto con el Capitán Francisco González Moreno, para que Cumaná también se pronunciara favorablemente al movimiento emancipador.

Después harían lo mismo Margarita, Barinas, Mérida y Trujillo; mientras que Coro, Maracaibo y Guayana permanecerían un tiempo más fieles a la monarquía Española.

Por eso es que dicen que las ansias libertarias de Barcelona no es algo abstracto, sino la carne, la realidad misma de lo que hoy es el estado Anzoátegui, cuyo Escudo de Armas lleva la siguiente inscripción: “Tumba de sus tiranos”.

También por ello es que se considera como un reconocimiento permanente a ese espíritu de rebeldía, que la primera de las estrellas de la Bandera Nacional de Venezuela represente lo que es hoy día el Estado Anzoátegui.

Por todo esto es que con todo derecho en Anzoátegui y particularmente en su capital, Barcelona, hoy se debe celebrar en grande el Día de la Proclamación de la Independencia de nuestra Venezuela.

¡Feliz 19 de abril y gloria al bravo pueblo!