Mar de fondo

El partido Fuerza Vecinal, fundado en 2019, se fue a pique, se hundió, se disolvió en un mar de contradicciones.

Su abierta cooperación con el régimen de Nicolás Maduro y su no bien disimulada posición de "caballo de troya" dentro la oposición acabaron con esa organización

Su propia Junta Directiva, argumentó que "las circunstancias actuales no permiten continuar con la actividad política".

La disolución de Fuerza Vecinal se produce pocos dias despues de la exitosa realización de las Primarias a las cuales trataron de boicotear por todos los medios.

El golpe definitivo se los propinó el alcalde de El Hatillo, Elías Sayegh, con otros 8 alcaldes y numerosos diputados y concejales que militaban en sus filas.

En total fueron 58 dirigentes de Fuerza Vecinal en todo el país que ayer abandonaron ese barco que pretendió navegar entre dos aguas: estar bien con Dios y con el diablo; es decir con la oposición y con Maduro.

Ahora de Fuerza Vecinal solo queda un cascarón vacío y el desprestigio de la incoherencia de algunos de sus dirigentes.

La disolución de Fuerza Vecinal despeja a la oposición de ese tipo de políticos que no son una cosa ni otra, que no son ni chicha, ni limonada, sino todo lo contrario.

Mientras esa depuración de la oposición venezolana sigue avanzando, el liderazgo de María Corina Machado sigue creciendo.

Crece precisamente por su coherencia, firmeza y coraje para enfrentar la tiranía de Nicolás Maduro y sus cómplices, sin medias tintas.

Una fuerza auténtica que será muy difícil de derrotar en las elecciones presidenciales del 2024