Sobre la salida para la deplorable y precaria situación, que vivimos los venezolanos, siempre he insistido que nuestro problema es profundamente político y cultural, no solo electoral .

Una extendida cultura política, ha mutado los procesos electorales en pragmáticas y coloridas jornadas, signadas por la poda de grandes ideas y visiones sobre la nación y su destino. Han sido conducidos a una empobrecida reducción electoralista y publicitaria, trucados en simples torneos clientelares para procurarle a los participantes un cargo de gobernador, diputado o concejal, anulando su carga de excelentes instrumentos revitalizadores de la democracia.

Lo electoral tiene plazos, una fecha establecida, aún cuando tiene implicaciones políticas, se expresa en acciones concretas y específicas, estrategias comunicacionales, campañas de difusión y estructuras para procurar y defender los votos. Todo esto culmina el día de las elecciones.

Una visión política es un ejercicio ambicioso y múltiple, despliega opciones y propuestas, ideas y propósitos diversos sobre el porvenir.

Una política para tomar el poder, para cambiar un modelo y un gobierno, conlleva una confrontación y una diferenciación más vasta y profunda frente al adversario .Requiere estudio, claridad y determinación para confrontarlo políticamente en todos los terrenos, cada momento y no sólo en la fecha comicial.

Cada día, al salir el sol comienza para los venezolanos, una batalla por la vida, enfrentar un gobierno adversario, destructivo e inepto, corrupto y corruptor, de mordedura económica, social y moral. Millones de compatriotas se han desparramado por el mapamundi, huyendo del hambre, la muerte y la infelicidad. Esta lucha por la sobrevivencia se libra cada segundo, no solo en la campaña electoral.

María Corina lo ha entendido así. Ella es la diferencia, es quien ha puesto dimensión política a esta lucha, su lema lo refleja claramente, “esta lucha es Hasta el final”.

Nos está convocando a cambiar nuestro destino político y no solo a ganar unas elecciones, para satisfacer un clientelismo oportunista y ocasional. Está levantando la condición humana frente a la violación de los DD.HH., busca elevar el sentimiento democrático frente al totalitarismo, reclama la libertad social y económica frente al autoritarismo confiscador y empobrecedor. María Corina impulsa la vida y una nación libre y democrática frente al socialismo letal.

María Corina ha puesto fecha al cambio y ha marcado una ruptura con el modelo de pobreza y muerte. Ella es la política lo otro es simple electoralismo.

María Corina interpreta al país, por eso es un sentimiento nacional, así lo demostraremos el 22 y lo ratificaremos el 24.