Madrid; por Luis Valencia Márquez / @luisevalenciam
Hace poco más de una semana, el pasado martes 4 de mayo, la comunidad autónoma de Madrid fue convocada a un proceso electoral para escoger sus autoridades. Tal como lo permite la normativa jurídica de España, fue una convocatoria adelantada sin agotarse el lapso de la legislatura elegida en el año 2019.
De ese evento democrático, se desprenden algunos elementos y señales que pueden ser: fuente importante de información, catálogo de lecciones a considerar; e incluso, faro ductor de algún proyecto político que se pretenda exitoso.
A ojos vista, destacan la formidable victoria de la eficiente gobernante en ejercicio, Isabel Diaz Ayuso. Su triunfo marca la recuperación del Partido Popular (PP), y la consolidación de la derecha como alternativa de cambio a muy corto plazo en España. Los dias en el poder de Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y de todo ese cóctel de independentistas, etarras y de la parásita izquierdista, parecieran estar contados.
Recibe también especial atención, la teatral retirada de Pablo Iglesias del activismo político. Fue lo que declaró. Luego de fracasar en Madrid, este puntal de la ultraizquierda española, pretende dar lecciones de sensatez y desprendimiento político.
Algunas notas, de igual modo, dan cuenta de la consolidación de VOX, como una opción política claramente ubicada en la derecha, y en sostenido crecimiento. Para despecho de quienes colocan cualquier cantidad de alambradas para detener su avance; el partido de Santiago Abascal, se ha convertido en el mejor cortafuego para el incendio socialcomunista español.
Todos estos datos y otros, arrojados por los comicios madrileños, comportan un material importante para el análisis y estudio de quienes se dedican a la política. Con toda seguridad, ya debe ser foco de atención de partidos políticos, consultoras y centros de asesorías y elaboración de estrategias, dentro y fuera de España.
En lo que a nosotros respecta, queremos detenernos en un dato que quizás no sea el más reseñado y debatido, pero que nos parece particularmente importante. Nos referimos a la debacle del partido "Ciudadanos". Una organización que en el 2019 era la tercera fuerza política de Madrid, desaparece del espectro electoral en esa comunidad, y casi que anuncia sus funerales en toda España.
¿Qué pasó? ¿Qué influyó para que "Ciudadanos", obtuvo 26 diputados en el 2019, solo superados por los 37 del PSOE y los 30 del PP, ahora se desplome y no obtenga ni un diputado? ¿Cuáles son las razones que explican este deslave electoral? ¿Dónde está la clave entender este fracaso político tan protuberante?
Mucho se puede argumentar al respecto. En nuestro modesto criterio, a "Ciudadanos" lo liquidaron sus indefiniciones; los cálculos desmedidos; y esa pretendida equidistancia centrista, que puede ser letal en sociedades políticas altamente polarizadas. Madrid apostó claramente por la derecha, ante la destrucción socialcomunista.
De allí que el centrismo indeterminado, brumoso, y calculador, que representaba "Ciudadanos", no encontró eco en la sociedad. Sus anteriores progresos y avances, fueron realizaciones instantáneas con pocas posibilidades de futuro. Flor de un dia, como diría el poeta.
¿Vale la pena tomar nota sobre lo ocurrido en Madrid, desde nuestra trágica realidad venezolana? Creo que si. Guardando las necesarias y debidas distancias, de una democracia atacada y asediada, pero democracia, como la española; con el régimen narcotiránico que sojuzga a Venezuela. Aquí y allá hay un elemento Ideológico, que siempre hay que considerar. Allá, la sociedad española pareciera -sin duda alguna- apostar por la derecha política. Mientras que en Venezuela, ni siquiera hay una expresión politica, nítidamente organizada alrededor de los valores de la derecha. Ese ingrediente ideológico que no hemos resuelto acá, pareciera ser un elemento determinante en la resolución de las crísis políticas.
Cierto, nos enfrentamos a un conglomerado criminal que tomó el territorio y la institucionalidad de nuestro país, para adelantar y proteger sus actividades delincuenciales. Pero ocurre, que esas bandas narcoterroristas y de otro calado; muy a menudo están ligadas a la izquierda; y tienen, si no su apoyo abierto, al menos su comprensión condescendiente.
De manera, que nada ganamos con desconocer estas realidades. Las ideologías no han muerto, ni morirán. Pareciera que en Venezuela, llegó la hora de la derecha. Amanecerá y veremos.
Luis Valencia Márquez
luisevalenciam@hotmail.com
Mayo, 2021