Crónicas de Anzoátegui

Un día hace más de cuatrocientos años (1557), Francisco Fajardo, el mismo mestizo que fundó el asentamiento inicial de Caracas, hijo de un hidalgo español y una cacica Guaiquerí, llegó a las costas de lo que hoy es Puerto Píritu, capital del Municipio Fernando Peñalver del Estado Anzoátegui, junto con un centenar de indígenas procedentes de Margarita.

Dicen los historiadores que Francisco Fajardo y sus guaiqueríes fueron recibidos por un grupo que residía en el lugar desde 1513, en una pequeña ranchería que llamaban “El Manglar”, así como los jefes indígenas de dos tribus, los Chacopatas y los Píritus, subdivisiones de la etnia Caribe, que ocupaban el sitio desde antes de la llegada de los colonizadores.

También destacan que Francisco Fajardo salió de allí a conquistar la zona central de Venezuela y a fundar varias poblaciones; mientras que El Manglar -como se llamaba Puerto Píritu en ese entonces- era abandonado al fundarse la población de Píritu en 1566.

Recorriendo a saltos su rica historia, dicen que unos frailes capuchinos intentaron infructuosamente establecerse en Puerto Píritu, durante el periodo comprendido entre 1569 y 1623, pero la resistencia indígena se los impidió.

Después, con la llegada de los misioneros Franciscanos Observantes, en 1652, toda el área se convirtió en el más importante punto de partida para la colonización evangelizadora y pobladora del actual Estado Anzoátegui durante los siglos XVII y XVIII.

Precisan que cuando Fray Lorenzo de Mogollón, en el año 1656, se encargó de la Misión de los Franciscanos Observantes de Píritu, se refundó el pueblo en un sitio más cercano al mar.

Aplacada la resistencia indígena mediante el uso de cristos claveteados sobre maderos por parte de los frailes y de filosas espadas por parte de los soldados españoles, los primeros habitantes de Puerto Píritu, los Chacopatas y Píritus, fueron despojados de sus tierras.

 Con los años varias familias procedentes de la Isla de Margarita, interesadas en mejorar sus condiciones de vida, buscaron tierra firme y en éstas playas decidieron establecerse.

Fue así como el Puerto de Píritu se transformó en una especie de puerto de cabotaje entre Margarita y tierra firme, así como entre Barcelona, La Guaira, Cumaná y Trinidad.

Durante la época de la independencia Puerto Piritu tuvo una destacada actuación, no solo como puerto y lugar de abastecimiento para los patriotas, sino que uno de sus hijos, Fernando Peñalver, es considerado entre los padres fundadores de la nacionalidad venezolana.

 Hablar de Fernando de Peñalver es hablar de la Historia de Venezuela.  Nació en Puerto Píritu, en 1765 y murió en Valencia, Estado Carabobo, el 7 de mayo de 1837.

Su entrega a la República arrancó desde los mismos inicios de la lucha por la independencia en 1810.

Peñalver fue quien propició la incorporación de Valencia al movimiento separatista de España y fue el primer gobernador de la provincia de Carabobo.

Fue Diputado al Congreso Constituyente de 1811 y uno de los firmantes del Acta de la Independencia de Venezuela.

Cuando cayó la llamada Primera República en 1812, Fernando Peñalver, fue hecho prisionero junto con Francisco de Miranda, Juan Escalona y otros destacados patriotas.

Salió libre en 1813 y en julio de 1814 tuvo que emigrar a Oriente como la mayoría de los caraqueños, ante el ataque inminente por parte de las fuerzas de José Tomas Boves.

En 1817, tras la liberación de Angostura, regresa Fernando Peñalver al lado del Libertador Simón Bolívar, quien lo nombra Intendente de Guayana.

Allí colaboró en la fundación y redacción del Correo del Orinoco, el primer periódico republicano que tuvo Venezuela.

Salió electo diputado al Congreso de Angostura, parlamento del cual fue su Presidente.

También asistió como diputado al Congreso de Cúcuta, en representación de Cumaná, en 1821, donde también fue elegido como Presidente de esa Legislatura. Sus restos reposan en el Panteón Nacional.

En su honor es que bautizan con su nombre el Municipio del cual es capital Puerto Píritu.

 Los estudios sobre su evolución demográfica destacan que en 1910 se radicaron en Puerto Píritu numerosas familias provenientes de Caracas y de zonas cercanas, como Zaraza, Onoto, Guanape y Aragua de Barcelona, tal vez buscando su mejoría económica en este puerto.

Ya en 1911 Puerto Píritu era Municipio Urbano dependiente del Distrito Píritu y tenía su primer Jefe Civil.

En 1928, Lino Díaz Presidente del Estado, ordenó el traslado del Distrito Píritu y le dio el nombre de Distrito Fernando Peñalver.

Para 1938 Puerto Píritu era el puerto más importante para todo el comercio de cabotaje del Estado Anzoátegui y de buena parte del oriente venezolano.

Pero en 1940 el boom petrolero, cambió por completo los patrones económicos del país.

Se requirió para el embarque del petróleo de puertos de gran profundidad, desencadenado entre otras consecuencias, el desplazamiento de Puerto Piritu como terminal marítimo de importancia.

Lo que sobrevino después fue constructivo. A partir de 1976, Puerto Píritu se abrió como uno de los lugares más atractivos para la recreación y el turismo de playa.

Puerto Piritu se convirtió en un destino vacacional de primer orden, con hoteles, condominios y balnearios; combinado con las tradicionales labores de pesca y comercio.

En la actualidad el Municipio Peñalver está dividido en tres parroquias: Puerto Píritu, San Miguel y Sucre.

Además, en su territorio se encuentran las dos lagunas más grandes y bellas del Estado Anzoátegui: la Laguna de Puerto Píritu y la Laguna de Unare.

Puerto Píritu es así. Una sucesión de pequeñas glorias. Un paraíso con problemas.  Complicaciones relativamente fáciles de resolver, para quienes tienen facultades para hacerlo. Por eso, sus habitantes aspiran que las soluciones no se pierdan en la ineptitud, la corrupción o la indiferencia, como el reflejo confuso de una gaviota sobre el mar.