Hay una propuesta circulando para construir un canal a través del istmo que une la península de El Morro al resto de Lechería. Se alega que ello mejoraría la circulación de las aguas de ambos lados y restituiría una circulación que existía antes y fue obstruida por acción humana.

Como proyectistas del Complejo Turístico El Morro (del cual dicho istmo y el cerro El Morro forman parte), tuve injerencia directa en este tema cuando iniciamos los estudios para el proyecto, a finales del año 1969. Puedo aportar algunos datos acerca de la conveniencia o no del canal propuesto.

La situación que encontramos en relación al tema fue la siguiente. Existía un pequeño puente que había sido construido en época del gobierno del General Marcos Pérez Jiménez. Estaba en muy mal estado por falta de mantenimiento y cuidado. Por debajo del puente no fluía agua y se apreciaba que un posible pase de agua anteriormente se había cerrado de manera natural por acumulación de arena, producto de las corrientes del agua en cada lado, oleaje y la brisa. O sea, por la naturaleza.

Estudiamos la posibilidad de salvar el puente como elemento decorativo, turístico, pero estaba demasiado dañado, incluyendo algunos impactos de maquinaria pesada, quizás camiones cargando saque de tierra del cerro para la construcción de la Avenida Intercomunal Andrés Bello. Finalmente, fue necesario demoler lo que quedaba del puente.

Un par de años después, habiendo sido diseñado el Club de Playa por el arquitecto Manuel Silveira, de nuestro equipo, y próximos a iniciar su construcción, descubrimos una gama de pilotes enterrados en ese lugar, probablemente el comienzo de alguna obra en época de Pérez Jiménez que quedó truncada. No fue posible aprovechar dichos pilotes para la estructura del Club de Playa, pero su existencia ayuda a explicar el motivo de la construcción de aquel puente sobre un pequeño trecho arenoso, bajo, quizás para entonces pasando algo de agua en marea alta, sin haber sellado el paso totalmente. En todo el cerro lo que había era un par de ranchos que usaban de albergue ocasional algunos pescadores.

Otro factor a considerar si se abre un canal a través del istmo, es la necesidad de un puente. Uno con capacidad para carga pesada. También, el buen flujo de agua por dicho canal requiere un estudio batimétrico por ambos lados del mar. Me atrevo a decir que probablemente dicho estudio arrojaría la necesidad de rompeolas y dragados del fondo en los accesos al canal. El puente, los rompeolas y los dragados son costosos.

No hay beneficio ambiental en unir las aguas de la Bahía de Pozuelos con las de Playa Mansa en ese lugar. Cual de las dos aguas está más contaminada sería otro tema.

Si se tratara de un canal para el pase de pequeñas embarcaciones, los costos se multiplican y en ningún caso se justifican económicamente versus darle la vuelta a El Morro para llegar, digamos, a la Marina Club Náutico El Morro.

De manera que abrir lo que la propia naturaleza cerró, no sería ni aconsejable ni económicamente factible, aun asumiendo abundantes recursos financieros disponibles. Los recursos que hubieren podrían ser aplicados más bien a resolver las crónicas fallas en la llegada de los servicios básicos de agua potable y electricidad al Sector El Morro del Complejo.