Los venezolanos queremos vivir en libertad, esto no es un secreto. El 2020 además de la peste China, que diezmó a nuestra población y pulverizó la economía, también nos reveló que venezuela es el tercer país menos libre del mundo entero, con tasas exhorbitantes de pobreza extrema y multidimensional. Este 2021 es el año de ponernos serios. Para conquistar la libertad, debemos hacer las cosas de manera diferente, hay que cambiar de enfoque, de pensamiento y acciones.

Si asumimos como ciertos los resultados anunciados tanto el 6 como el 12 de Diciembre, podemos evidenciar que al  menos 50% de los electores del país no acompañan al régimen, pero tampoco a la oposición que se hizo presente en los eventos convocados. Muchos de quienes se manifestaron en uno y otro proceso, lo hicieron persuadidos de que su participación podría servir para resolver la crisis política que enfrentamos los venezolanos, pero lamentablemente no será así. 

Estos inflados resultados, también evidencian que ninguna de estas dos opciones tiene la fuerza suficiente para derrotar claramente a la otra, de lo contrario ya lo habrían hecho. Aquí está el camino despejado para una opción distinta. Bien valdría la pena preguntarnos ¿cual sería la preferencia ciudadana, en caso de contar con una alternativa diferente a la presentada en estos eventos?. 

La política no es binaria, limitada a una u otra opción; Venezuela merece mucho más, de lo que nos han venido ofreciendo, además, cada día menos venezolanos muestran disposición a conformarse con la oferta disponible, reducida a escoger entre una ideología política fracasada, matizada en términos dicotómicos que nos limitan a escoger entre un socialismo carnívoro y depredador o un socialismo vegano, cuando la verdad es que ninguno resolverá los problemas estructurales del país. 

Los venezolanos merecemos mucho más de lo que nos han venido vendiendo como opciones políticas. Lo cierto es que el liderazgo y la oferta política se ha desgastado, debe renovarse, desde hace años está en mora, pero para ello es necesario caminar en una dirección distinta, debemos voltear la mirada a la derecha del espectro político. Porque la confrontación entre dictadura y libertad, es una lucha entre el bien y el mal, pero también lo es entre la izquierda y la derecha. 

Es tiempo de consolidar una alternativa que abrace, defienda y promueva las ideas que si funcionan, las que auspician una economía de libre mercado y gobiernos reducidos que se ocupen sólo de lo que el capital y trabajo privado no se pueda ocupar. Para que los venezolanos podamos salir de la pobreza y prosperar, es imperioso conquistar la libertad, recuperar el control territorial, soberanía nacional y el estado de derecho, promover plenas libertades individuales, estimular y potenciar la empresa privada en un entorno de libre mercado. 

Es hora de hacer un viraje al capitalismo, para ello debemos empezar a promover y consolidar una gran alianza entre quienes defendemos estos conceptos, no solo para enfrentar y derrotar al socialismo, sino también para recuperar rápidamente al país y salir de esta tierra arrasada para transformar a Venezuela en un país rico de verdad, donde cada ciudadano pueda progresar con el fruto de su trabajo. Para hacerlo, debemos dar un viraje a la derecha, para romper de una buena vez con este círculo vicioso de socialistas trasnochados, esta es la vía.

2021, vamos por ti, vamos por la libertad y por la prosperidad!