¿Podremos volver a tener la calidad de vida de hace 30 años?; por Vicente Brito
A pesar de las dificultades a las cuales nos encontramos sometidos, los Venezolanos sostienen sus esperanzas en que si podemos volver a tener la calidad de vida que tuvimos hace 30 años atrás, Esas aspiraciones se sostienen en que somos un país de múltiples recursos y de grandes oportunidades, como muy pocos en el mundo. Tenemos un potencial de desarrollo el cual se mantiene intacto a pesar de las desmejoras observadas en buena parte de la infraestructura pública y las afectaciones que hemos tenido los privados por la política estatizada de nuestras propiedades. Esto unido a la alta formación profesional y técnica que poseemos los Venezolanos, nos permite ser optimistas de que si podemos alcanzar estos niveles de desarrollo.
A lo largo de nuestra historia hemos visto cómo hemos superado guerras, enfermedades tales como el paludismo, gripe española, etc. Igualmente hemos alcanzado niveles de crecimientos económicos como en el siglo XIX con la explotación ganadera, la producción y exportación de café y cacao. En el siglo XX la explotación petrolera trajo grandes beneficios a nuestro desarrollo donde los gobiernos de turnos utilizan buena parte de los ingresos petroleros, para mejorar las condiciones de vida de la población, al invertirlos en el desarrollo de: vialidad, agua, electricidad, viviendas, planteles educativos, hospitales, etc. Logramos convertirnos en la década de los 50 y 60 dentro de los 20 países del mundo con mejor infraestructura pública. Fuimos el país con mayor flujo de inmigrantes a nivel mundial, siendo beneficiados con millones de ciudadanos procedentes de más de 20 países. Lo cual le dio un gran impulso a nuestro desarrollo por sus conocimientos y pujanza para el trabajo.
El crecimiento de la actividad privada fue un factor determinante en ese desarrollo con su evidente impulso en alcanzar mejoras en calidad de vida, al poder cancelar salarios que nos colocaron a nuestros trabajadores en los segundos mejores pagados del continente. La construcción de más de un millón y medio de viviendas para beneficiar a la clase trabajadora está a la vista siendo financiadas por la banca hipotecaria y el sistema de ahorro y préstamo a más de 20 años permitiendo que nuestros trabajadores tengan vivienda propia. La industria privada permitió producir en el país casi el 80% de lo que antes se importaba generando más de un millón de puestos de trabajo directos e indirectos. La agricultura y ganadería crecieron multiplicando su capacidad productiva en cuatro veces en menos de 10 años. El crecimiento de la producción avícola fue impresionante pasando a ser exportadores de pollo, igual sucedió con la producción porcina convirtiéndolos a las empresas procesadoras de jamones en exportadores al mercado caribeño. Alcanzamos a ser el quinto productor de atún del mundo con un gran impulso en el desarrollo socioeconómico de varios estados como Sucre, Falcón, Anzoátegui y Nueva Esparta. El turismo nacional e internacional aumentó tres veces en 8 años y pasamos a ser un destino turístico que competía con los demás países del caribe, siendo una fuente de empleo que impulsó el desarrollo y crecimiento social de 8 estados. La empresa privada era el motor que impulsaba el bienestar de la gran mayoría de las familias Venezolanas al generar el 80% del empleo.
Por estas razones el venezolano sostiene sus expectativas de que si podemos alcanzar nuestra anterior calidad de vida y las mejoras sociales de las cuales disfrutamos. Gracias que a pesar de todas las trabas y afectaciones de la propiedad privada. La empresa privada se sostiene activa, así lo demuestra que produce y comercializa el 80% de lo que no se importa, sigue sosteniendo su capacidad de empleo en casi cuatro millones de trabajadores directos e indirectos, son los mejores remunerados donde sus salarios están por encima del establecido oficialmente entre 5 y hasta 30 veces del salario mínimo, a pesar de que muchas empresas sus propietarios sostienen sus pérdidas y hacen magia para seguir operando. Es por ello que la empresa privada es parte de las esperanzas de los venezolanos de recuperar su calidad de vida a través del trabajo y esfuerzo propio. Así lo demuestra el grado de aceptación y confianza que ha logrado obtener nuestra empresa privada al alcanzar un 70% de aprobación popular.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución