El Mercurio Web | Noticias, Información y Análisis

View Original

El General Nicolás Rolando; Por Omar González Moreno / @omargonzalez6

Crónicas de Anzoátegui

La gente de Anzoátegui, maciza de sabiduría, sabe que la hermosa Plaza Rolando, ubicada en el centro histórico de la capital del estado, fue construida en honor al General Nicolás Rolando Monteverde, uno de los caudillos militares y políticos más importantes de la Venezuela del siglo XIX, que nació en Barcelona.

Lo que algunos ignoran es que Nicolás Rolando, además de guerrero y político, fue un liberal civilista que construyó, entre otras muchas obras, la Plaza Boyacá, el Teatro Cajigal, la Biblioteca Pública, la Ermita El Carmen y por lo menos una escuela en cada pueblo.

Igualmente es poco conocido que el General Nicolás Rolando, antes de ser militar y gobernante, fue farmacéutico o boticario como se le decía antes.

Efectivamente, el gran caudillo militar y político de fines de siglo XIX en Oriente, Nicolás Rolando, nació en Barcelona el 27 de enero de 1858. Es decir que este mes se celebran los 163 años de su nacimiento.

Era hijo de emigrantes. Su padre nació en Génova, Italia, Andrés Rolando; y su madre, en las Islas Canarias, España, Isidora Monteverde.

El catire Rolando -como le llamaban- recibió su educación básica en Barcelona y la universitaria en Caracas, en la Universidad Central de Venezuela, donde se graduó de Farmacéutico.

Después de diplomarse, Nicolás Rolando se estableció en Cumaná, donde además de regentar una farmacia o botica, se revela como uno de los más importantes líderes del llamado Liberalismo Amarillo.

Su primera actuación política se produjo en 1888, cuando apoyó el movimiento revolucionario fomentado por el General Joaquín Crespo.

En 1893, fue designado Secretario General del Estado Bermúdez que abarcaba lo que hoy son los estados Sucre, Anzoátegui, Delta Amacuro y Monagas, y en 1894 resultó elegido Presidente de ese gran estado.

Una de las características de su gestión fue la pulcritud y la eficiencia en el manejo de la hacienda pública.

En menos de tres años modernizó a Barcelona y demás capitales que formaban el estado Bermúdez, con un presupuesto de apenas 180 mil bolívares mensuales.

En ese breve tiempo y con esos escasos recursos construyó la Plaza Boyacá, el Teatro Cajigal, la biblioteca pública, la Ermita El Carmen en Barcelona y por lo menos una escuela en cada pueblo.

En Carúpano construyó el acueducto y lo mismo que a Maturín y a Cumaná las sembró de caminos, escuelas y bibliotecas.

En 1898 fue electo Senador por el Estado Bermúdez e inmediatamente después y en rápida sucesión Ministro de Agricultura y Ministro de Fomento.

Al llegar Cipriano Castro al poder, lo designa Jefe Civil y Militar de Guayana, pero allí, “El Catire” comienza a conspirar contra los andinos de la llamada Revolución Restauradora.

Nicolás Rolando decide, entonces, abandonar el cargo y marcharse a Trinidad para organizar una fuerza capaz de desalojar del poder a Cipriano Castro y a su compadre Juan Vicente Gómez.

El 9 de marzo de 1902, acaudilla la Revolución Libertadora en el Oriente y desembarca en las costas de Carúpano, donde consigue derrotar a las tropas del gobierno, bajo las órdenes del general Juan Vicente Gómez.

Después sale derrotado en la Victoria y en el Guapo se enfrasca de nuevo contra las tropas del gobierno en una sangrienta batalla en la cual no hubo ganadores.

Tras quedar la batalla sin decisión, las fuerzas del gobierno se retiraron hacia Caracas, mientras las de Rolando hacían lo propio hacia Ciudad Bolívar, donde se libró la última batalla de la llamada Guerra Libertadora.

Fracasada la revolución, Rolando fue enviado preso al Castillo de San Carlos y luego desterrado a Nueva York, donde siguió organizando movimientos conspirativos contra el régimen de Castro.

Después que Cipriano Castro fue desalojado del poder por su compadre, Nicolás Rolando fue invitado por el propio Gómez a regresar a Venezuela y entró a formar parte del Consejo de Gobierno donde permaneció hasta el 3 de junio de 1913, cuando se retiró de toda actividad política.

El 16 de febrero de 1914, el General Nicolás Rolando, hijo de Barcelona, murió en Caracas a la edad de 56 años.