Arruga el corazón, afloran las lágrimas y abruma la tristeza, pensar en el mal momento que pasan mis hermanos venezolanos en el exterior, principalmente en Perú y Ecuador. Países éstos los más hostiles en el trato a quienes huyen en calidad de refugiados -no de inmigrantes -, debido al estado de Calamitosidad existente en nuestro país. Regresarán al pasar la peste. Peruanos y ecuatorianos llegaron por miles a Venezuela con una mano "alante y otra atrás ", ranchificaron buena parte de los cerros de Caracas y Petare. En la Maternidad Concepción Palacios, Caracas, venían por decenas a parir sin pagar un centavo y, nunca los venezolanos salimos a protestar su presencia ni a golpearlos ni a quemarlos vivos.

De modo que nos parece desconsiderada e impropia la actitud Xenofóbica desatada en Perú y Ecuador contra los hijos de quienes partieron de éstas tierras, venezolanos todos, a luchar, derramar su sangre y entregar sus vidas para liberarlos del Yugo Español. Sabemos que hay algunos lunares aplíquenles todo el peso de la ley.

La actitud asumida contra los venezolanos por algunos peruanos y ecuatorianos está muy lejos del pensamiento de lo que Bolívar y Sucre soñaron, America Unida. Los presidentes Lenin Moreno y Martín Vizcarra, amigos y solidarios con nuestra lucha, obligados están por el respeto a la dignidad y la persona humana a desmarcarse de la aberrante conducta de unos pocos que enlodan la fraternal característica de peruanos y ecuatorianos.

"Las cosas por sabidas se callan y por calladas se olvidan". Abrazos.

Domingo Luis Diaz M.

Barcelona 30/9/19