El país se ocupa febril de la posibilidad de una intervención norteamericana, con base al reconocimiento de Estados Unidos a Juan Guaidó como Presidente Interino. La prensa, analistas, partidos etc., andan tras esto, pero principalmente el gobierno señala el inminente peligro de que suceda y motiva a sus partidarios a prepararse para la resistencia. No ocurrirá, pero la Revolución la usa como trapo rojo para defenderse, distraer y justificar su trágico fracaso que llevó a Venezuela a la miseria.

La llegada de Chávez al poder significó un terremoto político social en Venezuela. Pero más que eso fue la llegada de la intervención.

Los cambios propuestos con su constituyente implicaron la adopción del sistema cubano en todos los asuntos de Estado. La eliminación de la Cámara del Senado, el cambio de nombre del parlamento por el de Asamblea Nacional, como en  Cuba, la creación de las milicias, la implantación del poder comunal a pesar y contra la opinión del pueblo que derrotó la propuesta de cambio Constitucional, el cambio de nombre de los despachos ministeriales para imitar a Cuba por el de Ministerio del Poder Popular etc., el desarrollo de Las Comunas, con presupuestos asignados en violación plena de la Constitución; la adopción, por parte de las Fuerzas Armadas, del lema cubano, Patria Socialista o muerte y sus derivaciones, en una inexplicable y vergonzosa sumisión, presenta el cuadro de la verdadera Intervención de nuestro país. Y luego el empeño en desaparecer como en Cuba la propiedad privada.

Pero hay más. Venezuela adoptó en su política exterior la filosofía de los intereses cubanos con sus aliados. Abandonó sus excelentes relaciones con las democracias occidentales, con sus socios comerciales, para ligarse a los gobiernos menos presentables del planeta en materia de derechos humanos. Siria, Irán, Rusia, Bielorrusia, Nicaragua, Turquía etc., que continuaría con su deslizamiento para equipararse con ellos en su desprecio por las garantías humanas de sus ciudadanos y como guinda el reconocimiento y apoyo a la narcoguerrilla FARC.

Pero donde se evidencia, ahora de manera mucho más dolorosa para el pueblo venezolano, principalmente en estos días de carencias de medicinas, alimentos, etc., es en la asignación de cuotas petroleras que llegaron hasta 100.000 barriles diarios por muchos años, que inexplicablemente Venezuela trasiega a Cuba y otros tantos cientos de miles a sus escogidos aliados en un criminal y colonial saqueo de nuestro país.

La Revolución reclama hoy que la intervención es el interés norteamericano por el petróleo que supuestamente quiere incautar, pero por el cual ya tiene más de un siglo pagando en efectivo, mientras que los cubanos y sus socios tienen años recibiéndolo casi gratis.

Trajeron a Valdez, comandante cubano sin ninguna experiencia a resolver la crisis eléctrica, que agravaron; trajeron bombillos hechos en Vietnam, asistencia para los Registros, notarias, etc. Cedulación, pesca, trasporte acuático, comercio de medicinas y quién sabe cuánto más. Flotas de Jets venezolanos descansan en la Habana para transportar a los dignatarios cubanos, todo pagado con el hambre y la miseria de los venezolanos.

¿Esta esa la razón por la que se resisten al cambio a pesar del fracaso? ¿Quieren continuar en el poder para seguir la intervención? ¿No los dejan irse?

Yovany Rojas / @YovanyRojas