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¡¡ Por allá fumea !!; por Henry Cabello / @Henry_Cabello

¡¡ POR ALLÁ FUMEA!!

Algunos de nosotros hemos tenido la fortuna y la satisfacción de contar con amigos desde hace largas décadas. En mi caso, incluso desde hace 60 años. Han sido vecinos, compañeros de aula, camaradas de luchas, colegas gremiales y profesionales, antiguos empleados, compañeros de trabajo y gente a la que conocimos accidentalmente en reuniones sociales, eventos deportivos y demás circunstancias. A lo largo de los años, aun sin mediar un contacto frecuente, esas amistades se han mantenido y han superado la acidez del tiempo. Han sido amigos sin condiciones. Tristemente, algunos de ellos se han ido, unos a lejanos territorios y otros para dimensiones desconocidas. Más tristemente todavía, algunos se han distanciado y silenciado la amistad por diversas razones, pero sin duda, el peor motivo ha sido el que se fundamenta en ideologías políticas.

Esa es, tal vez, una de las mayores perversiones y traiciones de un régimen que, en lugar de cumplir su obligación de unir a su pueblo, se ha empeñado en fracturarlo y dividirlo. Particularmente cuando a algunos de nuestros coterráneos se les ha inculcado la noción maniquea de que “si no estás conmigo, estás contra mí…” El transformar la ideología en una especie de credo religioso dogmático, es la más perniciosa manera de dividir a un país que, por otra parte, había logrado identificarse con valores comunes como la solidaridad, la amistad, la generosidad y el apoyo colectivo. Nuestra cultura caribeña de sonrisas, brazos y puertas abiertas, se ha visto fulminada y reemplazada por una extraña y perversa actitud de separación entre hermanos.

De eso se trata el fulano “carnet de la patria”. A los venezolanos, por obra y gracia de una ideología totalmente ajena a nuestra idiosincrasia, nos han dividido radicalmente en dos grupos: los que apoyan al gobierno y los que están en contra. Eso desde el punto de vista de los que mandan. Porque desde el punto de vista de los demás, de las enormes mayorías, esa es una división artificialmente impuesta. Solo que los mandones de turno saben perfectamente que han perdido el apoyo de esas mayorías y entonces se inventan ese mecanismo para obligarnos a todos a “inscribirnos” como “patriotas” de modo que puedan contabilizarnos como si los estuviéramos apoyando. Todos nosotros lo sabemos, de manera que ¿A quién pretenden engañar con eso? Sencillo: a los demás países. Pretenden decirle al mundo que ellos cuentan con el respaldo de “x” millones de venezolanos, cuando en realidad solo tienen más de 15 millones de rehenes y algo menos de 2 millones de seguidores de los cuales un buen lote están obligados a apoyarlos bajo amenaza.

Lamentablemente, para todos, el liderazgo opositor parece haber perdido la brújula y luce aislado de la realidad cotidiana. Siguen inmersos en debates retóricos sobre la unidad o sobre si el gobierno es o no democrático. Mientras tanto, la agenda oficial sigue avanzando en su intención de esclavizarnos y en su negación a ultranza de su crueldad. La emigración no existe, la escasez tampoco y los problemas se deben al saboteo o una esotérica conspiración del imperio. ¿Por qué no reaccionamos, entonces, si somos mayoría? Pues claro que reaccionamos, hay protestas en todo el país y a diario. Pero no hay liderazgo que organice y canalice los esfuerzos. Por eso volteamos los ojos hacia afuera y ciframos nuestras esperanzas en alguna clase de intervencióninternacional contundente. Y no culpe usted, amigo lector, al escribidor. Solo digo lo que veo. Si busca culpables, no están aquí, mire hacia Miraespinas y mire a sus amigos en los partidos de oposición…¡¡ por allá fumea…!!