Leocenis García; por: Rofolfo Mata
Buen Provecho
Leocenis García
Rodolfo Mata
El colega, editor o ex, de Sexto Poder, medio impreso de quien ignoramos su suerte desde hace algún tiempo, decidió zambullirse en la piscina política este país y como botón de arranque reclutó a seis diputados de la AN que imagino hicieron tienda aparte incluyendo desmembrarse de la MUD. Ese evento que pudo ser trascendental careció de la repercusión mínima para ello y por ende se diluyó. Es posible que Leocenis, activo como pocos, esté operando bajo esquemas alejados de la ortodoxia tradicional, pero también lo hace divorciado de los parámetros novedosos del Marketing Político, o al menos del practicado en experiencias recientes.
No hay duda de que el país está huérfano de liderazgo. No hay líderes ni en el PSUV ni en la oposición. Tampoco existe una demarcación de factores políticos como acontece en España, por ejemplo, donde pugnan dos partidos de izquierda, dos de centro-derecha y varios que se asimilan a uno y otro según sea la corriente para cada caso y momento. El PSUV alega ser de izquierda pero más inclinado hacia la derecha corrupta de otros países no puede estar. Y a los demás les apena confesarse de derecha lo cual es un estigma tan solo para ignorantes crasos de lo que significa la política. Ser de uno u otro factor no enaltece ni demerita sin aditamentos prácticos.
¿Qué espacio pretende Leocenis? No lo ha dicho. En consecuencia se supone que juega al albur y eso estimula aún más la incertidumbre en el ciudadano que aspira que alguien traiga un salvavidas al menos virtual para recomponer el desbarajuste que ostentamos como nación. Tampoco se conoce cuál es el mensaje de Leocenis. Hacia dónde se dirige su intencionalidad. Cuáles las razones que lo impulsan a tantear la posibilidad del Poder, no ya del Sexto, sino del mirafloriano. Qué discurso ofrecerá al escenario cautivo por la crisis. Son muchas las interrogantes que este periodista maracucho no discierne para aliviar su comprensión.
De allí que desde lo que debió ser el histórico momento de la captación de toda una fracción parlamentaria sin eximir esfuerzo electoral, Leocenis no ha avanzado un centímetro más en el necesario posicionamiento en la opinión pública. Comprobado esto en una encuesta saliendo del horno que sugiere 20 nombres y en la cual el colega apenas roza un punto porcentual. ¿Qué sucede? Carece de un planteamiento discursivo que sacuda el marasmo acumulado en la sensatez del venezolano. A poca sustancia poca dedicación. Hace falta que los leocenis se lancen al ruedo, pero no silentes ni vueltos estancos en el mercado de consumo político y de prosélitos.