El Arte de Gobernar (II): Estado promotor de viviendas. Por José Angel Borrego
Una historia verídica. Un lunes cualquiera me apersoné en el despacho del gobernador Morel Rodríguez (Nueva Esparta) porque un amigo de la isla me había ofrecido un terreno en la avenida Bolívar de Porlamar a un precio irresistible que personalmente no podía adquirirlo. Le sugerí a Morel que lo comprara por la gobernación y le ofrecí una planificación de Arquitectura Financiera mediante la cual podía construir allí 4 edificios de 16 apartamentos cada uno para un total de 64 unidades que serían vendidas a precio de costo a quienes realmente no tuvieran esa primera vivienda.
Morel consultó al Procurador al respecto, se preparó el material primario para ofrecer los apartamentos y como gobernador hizo el anuncio con sus atractivos precios. 15 días más tarde se inició la pre-venta que tuvo una duración de seis días (lunes a sábado) dentro de un esquema de mercadeo factible. El primer edificio que se construiría y entregaría: de contado. El segundo, con 75 % de pago inicial. El tercero, 50 % y el cuarto con 25 %. Si se hubiera ofrecido un número mayor de contado había clientes para ello pero era menester beneficiar también al que solo podía aportar 25 %. Claro, todos dentro de las exigencias del banco para la concesión del crédito a largo plazo.
El proyecto se construyó casi en un santiamén, porque había disponibilidad a la vista del dinero de los compradores. Con los pagos iniciales la obra avanzó hasta 2.75 edificios. Con los pagos del banco por el 25 % restante del edificio 2, se terminó el tercero. Con el 50 % de pago final del tercer edificio se terminó el cuarto. Al final solo se requería de una cantidad mínima que el constructor aportó para finalizar las obras y cuando el banco entregó el 75 % del último edificio se saldaron las cuentas pendientes y Morel había satisfecho la necesidad de 64 familias de contar con un techo propio y muy digno.
Posteriormente Morel adquirió un segundo terreno para construir 128 apartamentos. La pre-venta, similar a la anterior con el doble de la oferta se completó en tres días. La gente, por alguna razón que aún ignoro, tiene confianza en el Estado como ofertante de viviendas. Cuando el Inavi anunciaba que se construiría un desarrollo, las colas de optantes superaban cualquier estimado. Supongo que igual sucedería (antes)con el Imvis, el Imuvi, y desde luego también con SEVIGEA. ¿Por qué los entes regionales y municipales jamás han vuelto a promover viviendas? Porque el Poder Central no les concede los recursos para ello. No hay creatividad. No existe la invectiva propia de un gerente que puede salvar escollos con imaginación. Y dada la presente situación financiera del país solo la GMVV a duras penas podrá continuar construyendo poquísimas viviendas dentro de un esquema de gratuidad absurdo e ilegal. Algún día que esperamos no sea muy lejano, la vindicta pública reclamará a quien haya regalado viviendas ese manirrotismo que se comete con reales ajenos. Es muy fácil regalar lo que no es tuyo. Los Morel Rodríguez, lamentablemente, no abundan.