Atando palabras

Siempre seré partidario de contar votos y no muertos en las calles de Venezuela; soy un demócrata, soy un civil y creo en las salidas civilizadas y no en abruptos desenlaces violentos, porque de éstos cualquier cosa puede salir. 

Permítanme recordar, porque lo tengo en mi memoria, como esculpido en mármol, que en el 2005 existía el dilema departicipar o no en las elecciones parlamentarias y algo parecido a la unidad para el momento, inscribió candidatos para ese proceso electoral.

Enaquellos días los principales medios de comunicación promovían la abstención, se oponían a que los actores políticos participaranen dichoscomicios electorales. Henry Ramos Allup, en nombre deese grupo, solicitó el retiro de todas las candidaturas para no legitimar el fraude y al régimen,  ya que algunosexpertos electoraleshabían dicho que el fraude estaba montado y quese podía saber quién voto y por quien, dicho de otra manera,   la vulnerabilidad del secreto del voto estaba amenazada.

La Causa R, el partido donde milité durante 20 años, fue el único quedecidió participar,  quien les escribe Luis Edgardo Mata, de igual manera, expliqué y di razones por lo cual había que mantener la lucha electoral.  

En esa hora de la historia nacionaltodo aquel que se retiraba de la contienda electoral era tratado como héroe y valiente y el que decidía participar lo tildaban de traidor.

Luego de aquel festín para los abstencionistas, vino la indigestión post-electoral; no se detuvo el evento comicial, el mundo reconoció los resultados y la institucionalidad siguió su curso. Le entregamos a Hugo Chávez en bandeja de plata la oportunidad de hacer y deshacer con la unanimidad de la Asamblea Nacional. 

 Después se escuchaban en los medios la letanía de arrepentimientos, la culpa. Mientras el Gobierno se atornillaba en el poder, la no participación de la oposición en aquellos comicios sembraron los mismos vientos que hoy estamos cosechando. 

Creí que esto jamás ocurriría de nuevo en Venezuela, pensé que era una etapa superada y que habíamos aprendido de nuestros errores, tristemente veo que no es así,  el hombre es el único ser que se tropieza dos veces con la misma piedra. 

Pareciera que damos un paso para adelante y diez años para atrás,   aún se debate en algunos predios la posibilidad de que algunos factores como lasociedad civil, partidos ymovimientos políticos e individualidades no participen en las elecciones regionales pautadas para el próximo Diciembre 2017.

No ir a los comicios regionales sería regalarle espacios importantes de lucha a un régimen que desea todo el poder para así. Los estaríamos complaciendo. 

Los abstencionistas hablan de fraude en puertas, y colocan como ejemplo el 30 de julio. Obviamente que en la elección a la constituyente hubo fraude y la razón fundamental para que éste se materializara fue nuestra ausencia en el proceso. 

Si mañana todos participamos, unidos como demócratas, en el evento regional y tenemos nuestros testigos y nuestros coordinadores de centro sucederá lo mismo que en las elecciones parlamentarias del 2015, los vamos a arrasar. 

El régimen no tiene esos mentados 8 millones de votos, si acaso llegarán a 3 millones de seguidores. Y nosotros tenemos más de los 7.6 millones de personas que votaron en el plebiscito; y esta cita electoral regional demostrara que quienes queremos un cambio somos más.