¿Qué escogemos?; por: Antonio Barreto Sira / @BarretoSira
Los venezolanos tenemos la valiosa oportunidad de escoger. Sí, podemos escoger justo frente a la encrucijada de la historia venezolana.
Podemos hacerlo, a pesar de los deseos de las cuatro comadres del Consejo Nacional Electoral, y lo hacemos porque no es necesario votar sino, simplemente, de tomar decisiones.
Por un lado, tenemos la Venezuela libre, dinámica, de progreso, de honradez y de trabajo. En el otro extrema está la corrupción roja, la opresión y represión que se viste de verde oliva.
Podemos optar entre quedarnos con la barbarie que representa Nicolás Maduro o decidir en favor de una Venezuela libre y para todos los venezolanos.
Tenemos dos opciones:
1-. La Venezuela del hambre, de la inseguridad, de la inflación; esa Venezuela que se viste de luto diariamente por la muerte de jóvenes a manos del hampa o por órdenes de Miraflores.
2-. La segunda Venezuela, es aquella donde existan venezolanos echados para adelante. Bregando en las fábricas o en los campos, estudiando en las universidades, formando familias y viviendo a plenitud.
Podemos tomar la opción que nos parezca mejor. Cada uno de nosotros puede elegir el camino que mejor la apetezca para sí y para los suyos.
Escoger entre un Nicolás Maduro amenazando, ordenando crímenes o la Venezuela donde podamos hablar, laborar y soñar con libertad en el marco de un Estado de Derecho que sí funcione.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en el marco de esta realidad propone un plebiscito nacional y popular para que cada uno de nosotros pueda expresarse con firmeza y libertad.
Porque, así el régimen cierre las puertas nosotros nos metemospor las ventanas. Y así Tibisay Lucena secuestre el CNE, nosotros igual salimos y elegimos por nuestros propios medios.
Podemos escoger sobre la viabilidad o no de la prostituyente o el respeto sobre la Constitución Nacional de 1999, podemos expresarnos con relación de la permanencia o no de Nicolás Maduro en la silla del Palacio de Miraflores.
Podemos escoger, y la decisión que tomemos será vinculante quiera o no el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) o le guste o no a los inquilinos del Poder Ejecutivo. Porque escucharemos la voz del pueblo, que es sencillamente la voz de Dios.
Estoy convencido que los venezolanos escogeremos el camino de la libertad y de la democracia porque así lo estamos demostrando día a día en las calles, porque así lo indican las encuestas y porque así sentimos en todos los rincones del país.
Porque el pueblo quiere trabajar y ganar bien y no esa miseria de sueldo, que aumentan como paliativo inservible ante el monstruo de la inflación producida por Maduro y sus equivocaciones económicas.
Porque la ciudadanía quiere conseguir comida y comer tres veces al día como Dios manda. Porque este pueblo no se cala más las promesas de cartón de los falsos profetas de camisas del “Ché” y de boinas rojas.
Los venezolanos escogeremos entre el bien y el mal, y optaremos por el bien, elegiremos la democracia y la libertad.
¡Con Unidad venceremos!