El Mercurio Web | Noticias, Información y Análisis

View Original

El poder y la humiladad de los hipoócritas; por: Richard Casanova / @RichCasanova

Hace unos años, estando en Montevideo a propósito de un evento internacional sobre vivienda y desarrollo urbano, aproveché la ocasión para visitar la “Casa del Pueblo”, sede del Partido Socialista Uruguayo, organización que conmemoraba sus 100 años.  Mi llegada al recinto coincidió con la entrada de una persona que bajó de un pequeño automóvil y saludando amablemente, ingresó presuroso a la sede.  Era un sábado y éste servidor llegaba de improviso -sin contacto previo- con la esperanza de encontrar a un viejo amigo y dirigente nacional de esa organización. El amigo no estaba pero fui atendido con absoluta cordialidad y en medio de un interesante intercambio político, me presentaron al personaje que había visto en la entrada: era Daniel Olesker, a la sazón Ministro de Salud, hombre curtido en lides políticas, Master en Ciencias Económicas y poseedor de un asombroso currículo.  Me sorprendió gratamente que el tratamiento que le daban sus compañeros de partido al Ministro no era adulante, más bien lucía como un hecho cotidiano que una relevante personalidad del gobierno, hombre de confianza del presidente Pepe Mujica, anduviera por la ciudad sin escoltas, en un carro modesto y sacara tiempo de su apretada agenda para ir a la Casa del Pueblo.  Sin duda, era parte de una cultura política pues en el Palacio de Gobierno no habían alambradas, ni barricadas como en Miraflores y cualquiera podía tranquilamente solicitar una audiencia con el presidente, quien ocasionalmente salía a la plaza a caminar con solo dos escoltas. 

Imaginar tanta humildad en el ejercicio del poder es un contraste brutal con la encumbrada cúpula podrida del PSUV, cuya arrogancia y prepotencia solo se compara con su inmensa pobreza intelectual y espiritual. Esta reflexión tiene pertinencia en un país donde el abuso de poder forma parte de la cotidianidad. Para muestra un botón: desde el pasado miércoles fue “tomado” el cementerio del Junquito, los entierros pautados para el jueves fueron suspendidos todos hasta el día viernes a las 10:00 am, y se restringió el paso al referido campo santo, todo un operativo policial y militar simplemente porque la señora madre de la Diputada Cilia Flores –presunta “primera combatiente”- iba a ser sepultada ese día (QEPD). La insólita medida obligó a los familiares de los difuntos a dejarlos un día más en las capillas de velación, lo cual es una muestra de desprecio que siente el gobierno por el dolor ajeno, del despotismo y arbitrariedad que inspira a la burocracia chavista. Se trata de una cúpula que ha manipulado al pueblo con una retórica socialista y una falsa humildad pero cuyas cuentas bancarias y actuaciones harían palidecer a la más rancia oligarquía.  El país ha padecido el abuso permanente de un gobierno hipócrita, mentiroso e indolente, fracasado y absolutamente corrupto, lo cual explica que el 80,3% de los venezolanos quieran salir de esta pesadilla roja y constituyan una fuerza que hace indetenible el cambio en Venezuela. #RecocatorioYA

Twitter: @richcasanova

(*) Dirigente Progresista / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Vzla.