Maduro en su laberinto; por: Luis García Mora / @LuisGarciaMora
Dicen que la reunión de Maduro con el Papa prometía llevar al clímax la presión para que el régimen dejara de violar los derechos humanos. Un punto de máxima intensidad dentro de una serie creciente de eventos inducidos desde el poder.
Maduro quería la foto con el Papa. La buscó. La persiguió tanto como la propia Cristina Kirchner, que lo ha visitado cinco veces. Maduro sabe que el encuentro lubrica, abrillanta, maquilla. Pero como lo subrayan los corresponsales internacionales destacados en Roma, una reprimenda del Sumo Pontífice puede convertirse en una losa muy pesada de soportar para un líder político en entredicho, siendo un secreto a voces que el Santo Padre pensaba hacer figurar en el comunicado su reclamo por la libertad de los presos políticos venezolanos.
Además de que el anunciado viaje de Felipe González a Venezuela, con el objetivo de incorporarse a la defensa de estos (aunque declarado persona non grata) se ejecutó con coraje, como aquella vez antes frente al sanguinario régimen de Augusto Pinochet.
¿Y qué mejor oportunidad, en vez de un regaño del Papa, que retar a González a un forcejeo interno que distrajera y lo espejeara e igualara con un estadista de la talla del líder histórico?
Lo insultó y lo vapuleó, pues es seguro que viniendo de Europa no estará acostumbrado a esta total ausencia de modales y formas, a este estilo deliciosamente bellaco, al que hemos reducido la política del patio. Ese tono trágico y brutal en el que continua y metafóricamente amenazamos a nuestros adversarios, con el tipificado crimen de exterminio estipulado en el artículo 7 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, y la incesante manipulación de la mente de los venezolanos a través de un arrebatado juego de clímax y anticlímax que ya aburre.
Pero sucedió que, al contrario de Pastrana y Quiroga, que vinieron sin el apoyo de Colombia y Bolivia, González vino con el soporte de su partido, el PSOE, y el aval del Grupo de Madrid y del gobierno español, y ante el reino de la arbitrariedad, como lo palpó y calificó, hizo lo que tenía que hacer.
Durante las 48 horas de su estadía -escoltado todo el tiempo por el Sebin y las policías del régimen-, llegó y durmió en la residencia del embajador, visitó a Ledezma, se reunió con Teodoro, estuvo en la casa de la madre de Leopoldo López con los abogados, informándole previamente a Maduro que no provocaría “un escándalo”, desarticulándole de esta manera su performance, a sabiendas de que no le dejarían visitar a ninguno de los presos en huelga de hambre, pero manteniendo una intensa agenda en la que el propio Maduro con sus torpezas contribuyó a dar relevancia mundial.
Se va en un avión de la fuerza aérea de Colombia, y cuando Maduro reclama al gobierno de Santos, éste le responde que Felipe es un amigo de Colombia que ha promovido la paz, lo que ha terminado por interpretarse, como señala desde Bogotá la periodista Diana Calderón, que Colombia privilegia el apoyo europeo al proceso de paz en lugar del apoyo de Maduro en las negociaciones, preguntándose si no será que el papel de Venezuela ya no cuenta como antes para los jefes de las FARC.
De manera que con una postura impecable antes las agresiones, González se marcha, no sin antes hacer un llamado a la oposición para que no siga pidiendo fecha para las elecciones parlamentarias, pues el CNE dijo que sí iban. Diciéndole que se concentre en la observación internacional que ya UNASUR, Samper y hasta Almagro y la OEA, dieron el sí para venir.
Y que desde ya le arrancaran a Maduro de las manos la propuesta de pactar la aceptación del resultado electoral, y así obligarlo a condiciones mejores.
Cráteres
Felipe González: “Prefiero irme que generar problemas”. El primer paso, ha dicho, para recuperar el poder, es recuperar la Asamblea y definir claramente ante el país cómo se va a actuar, subrayándose el actuar con respeto a las minorías y su participación en las comisiones como les corresponde. Y desde la presidencia del parlamento recuperar sus facultades de control, legislación y diálogo, como es su naturaleza constitucional, ya que “si no logras una actitud de respeto institucional, no reinstitucionalizas el país”.
Las planchas están casi listas. El Gobierno utilizará una sentencia en la que el procesado no pueda optar a cargos de elección, con el fin de sacar a Leopoldo, Ledezma y Rosales del juego. Al cual al otro día de UNT anunciar la candidatura del zuliano, salió la inhabilitación de la Contraloría por 7 años, mostrando una eficiencia inédita. María Corina pelea porque se nombre al segundo de ella en las listas, a lo que se opone Voluntad Popular. Faltaban, hacia el fin de semana, acuerdos en Miranda, Zulia, Mérida y Bolívar, aunque se han alcanzado en 17 estados. Se han producido reuniones de Capriles con Freddy Guevara de VP. Se trata de ver cómo se superan los ruidos menores y se entra en un esfuerzo de diálogo en busca de la renovación política y del liderazgo del país.
Consideran que Antonio Ledezma hizo bien en retirar su candidatura en Caracas, por la que van Ramos Allup y Tomas Guanipa, cuyo hermano va por el Zulia. O sea que la unidad es un hecho.
De recuperar la oposición la Asamblea, se lanzará una Ley de Amnistía de los Presos Políticos que, de ser declarada inviable por el TSJ, el parlamento como se sabe entraría en colisión con los demás Poderes Públicos. Por lo que la AN tiraría una enmienda constitucional que, tras aprobarse, iría a referéndum para adelantar las elecciones presidenciales y recortar el poder a los Poderes Públicos.
Persiste el escenario de Ugalde. El de una transición impulsada desde el chavismo con los tiempos contados hacia diciembre, y con las FAN planteándose la renuncia del Presidente y la convocatoria a elecciones antes de fin de año. Con la consideración de que el cambio es urgente y la situación muy grave. Con nombres en la mente como Arias, Rodríguez Torres, Ameliach, Padrino López.
Desde el chavismo. “La situación económica está muy mal. Controles mal aplicados. Creen que funcionarán con lo que hay. Antes de las elecciones es el momento decisivo porque es cuando tendrán el conocimiento de cómo van a ser los resultados. Entonces decidirán si tratarán de ganar forzado o no vamos a elecciones, porque los números en las encuestas son, por primera vez, muy malos para el Gobierno. Creíamos que íbamos a ganar, aunque Nicolás Maduro ha sorprendido con su advertencia de que de perder hay que prepararse para una represión masiva. Con lo que presupone que podemos perder, pues la declaración lleva implícita un reconocimiento de la situación”.
¿Por qué no se admite la “reversibilidad” del proceso? Para tirios y troyanos Maduro está en una calle ciega. Y sin embargo se insiste en que el juego está trancado y va a seguir trancado hasta que la oposición llegue al Gobierno. Las continuas declaraciones de Giordani y su grupo son como bombas de fragmentación interna que caen continuamente. Giordani insiste en que en Venezuela no existe un modelo económico y en que no hay “direccionalidad” económica. Que no es que el Gobierno de Maduro sea una dirección inexperta, sino que sencillamente no hay dirección y lo que el país sufre es una “falta de liderazgo”.
Al tiempo que Heinz Dieterich, el gurú de Chávez, insiste Venezuela se encuentra cerca de un estado caótico, frágil, que el gobierno de Maduro fracasó. Y golpea más duro que la oposición. “Observo –dice- un gran teatro tragicómico de un farsante, no de un revolucionario”. “Maduro pone en peligro que se pierda todo lo construido por Chávez, por su falta de capacidad de liderazgo y la absoluta mediocridad de su equipo”. Y que “Maduro no está a la altura de las necesidades que exige un cambio de modelo en estos tiempos”. Que sufre de falta de “trasfondo cultural”, que impulsa “una guerra económica ficticia, pues la inflación no la puedes bajar con una guerra, la tienes que bajar liberando el precio del dólar y liberando la importación”. Insistiendo en que “las reformas económicas y sociales en el país tienen que ser tan drásticas que sólo un amplio espectro de fuerzas nacionales puede sostenerlas”. “La 5ta República está hecha añicos”.
Ante la distorsión nacional, algunos camaradas honestos recuerdan hoy, en relación con la actual conducción, que “los sectores dominantes tienen la mente militarizada y aceptan como buena cualquier forma de violencia que les permita mantenerse en el poder y en el disfrute de sus privilegios”, ante un régimen que al que solamente le queda administrar o racionar la miseria, al tiempo que en su cúpula se dedican a disfrutar de sus millones de dólares.
Es un hecho que el fracaso del experimento social y económico venezolano sólo ha demostrado, como decía con lucidez alguien, que “la vía al socialismo genera escasez crónica, falta de libertad y violencia política”.
Vía: Prodavinci