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¿Que va a pasar? (Parte II) por Richard Casanova / @richcasanova

La crisis se va a agudizar y con este gobierno no es posible superarla, fueron las conclusiones de nuestro artículo anterior y advertimos -al menos- cuatro escenarios que ahora revisamos.  El primero, golpe de Estado. Sustentado en la inmensa debilidad del gobierno y su manejo irresponsable, además Maduro y el liderazgo oficialista tiene un rechazo elevado y aunque se intente disimular, existen severos conflictos internos. Por otra parte, la ausencia de una visión compartida en el campo opositor y las debilidades de la MUD, benefician al PSUV y a la postre, abonan a favor de este escenario.  

No será el imperio, la derecha o la oligarquía quien ateste un golpe de Estado, ni la oposición tienen fuerza militar para ello, la intentona vendría de sus propias filas. Una variante de este escenario es el autogolpe. Ante la imposibilidad de ofrecer soluciones, un autogolpe justifica la suspensión de garantías (y de elecciones), facilita la represión, alimenta el discurso oficialista al lanzar culpas a otro y permite implantar abiertamenteuna dictadura en Venezuela. El objetivo es preservar el poder, no solucionar la crisis.

Segundo, un estallido social. Nadie pudo predecir el Caracazo (27F), tampoco nadie podría hacerlo hoy pero existen las condiciones, incluso la situación actual es mucho peor. Tenemos un cuadro social dramático, la corrupción es obscena y la incompetencia del gobierno es colosal, el descontento se hace creciente. Por supuesto, el caos deriva igualmente en una intervención militar, la necesidad de restablecer el orden es la excusa para imponer la fuerza. Estos dos escenarios son manejados con ligereza por sectores radicales que -por desespero, ingenuidad o ignorancia- son incapaces de prever las aterradoras consecuencias.    

Tercero, una salida intermedia. Es una candidez pensar que basta con exigir la renuncia o creer que ésta se producirá y nuestro líder predilecto será el nuevo presidente. Tan ingenuo como presumir que luego de una acción militar, vendrá la democracia. Si la crisis se hace insoportable, lo lógico es construir una salida para evitar un trágico desenlace y ello supone un diálogo entre los factores de poder para facilitar una renuncia, adelantar elecciones o definir una transición, cualquiera sea. La actitud del gobierno imposibilita esa ruta, además el diálogo es satanizado por grupos minoritarios extremistas y ultra-radicales, siempre prestos a boicotear cualquier salida pacífica y democrática, con ellos es imposible un mínimo consenso. Al contrario, le hacen el juego al régimen atacando a la MUD y agrediendo a opositores.

Cuarto escenario, elecciones parlamentarias. No hay estallido social, ni golpe de estado, ni diálogo que facilite una salida, la crisis avanza, la agonía se prolonga y así, con un país devastado llegamos a las elecciones que -por fortuna- están “a la vuelta de la esquina”. Una sólida victoria opositora convierte a la AN en el epicentro del cambio: será posible liberar a los presos políticos con una ley de amnistía, relegitimar los poderes y hasta convocar una constituyente.  En definitiva, hay cuatro escenarios con varios desarrollos posibles, lo que suceda dependerá de la unidad de las fuerzas democráticas, no de la providencia. Más allá del discurso, hay que demostrar unidad y denunciar a divisionistas y mercaderes de la política que le hacen juego al gobierno. 

Twitter: @richcasanova

(*) Dirigente progresista / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Vzla.