Un audio difundido por la prensa chilena consolida el móvil político del crimen del ex teniente venezolano. La Justicia trasandina sostiene que la ejecución del militar fue orquestada desde Caracas

Con información de Infobae

Poco más de dos meses después del secuestro y asesinato del teniente venezolano Ronald Ojeda en Santiago de Chile, siguen saliendo a la luz detalles detrás del crimen que, de acuerdo a lo afirmado por la Fiscalía chilena, fue organizado desde Caracas.

En los últimos días el medio Meganoticias difundió un audio del militar venezolano, extraído de su teléfono móvil, en el que se refiere a una operación secreta, que se presume tenía como objetivo derrocar al dictador Nicolás Maduro. Tras la divulgación de este material, se supo que el ex teniente viajó a fines de diciembre del año pasado a la ciudad colombiana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela.

En el audio en cuestión lamenta la detención de su compañero, el capitán Ánye, y afirma desconocer lo que motivó el fracaso del objetivo.

“Hermano, (es) frustrante porque se hizo un trabajo bastante grande pues y fíjate que un pequeño error que se está pagando bastante caro de verdad que puso en riesgo todo”, se escucha en el material.

Luego hace referencia a la detención de Heredia en enero de este año en el marco de la denominada operación “Brazalete Blanco”: “Y bueno, gracias a Dios pude salir. Pero coño, mi capitán sí fue capturado, pero bueno, como dices tú, frustrante porque los fines no se cumplieron y marica no, se trabajó burda para eso”.

“Efectivamente hubo un viaje hacia Colombia, concretamente en el mes de diciembre de 2023″, reveló el fiscal chileno Héctor Barros, a cargo de las investigaciones, y quien indicó que el destino final de Ojeda era una reunión en Venezuela. Y agregó: “Por eso sostenemos que la organización de este secuestro se hizo fuera de Chile concretamente en Venezuela”.

José Rodríguez Araña, otro militar venezolano disidente, fue contactado por ese medio. En su descargo negó la hipótesis de un atentado contra el dictador chavista. Según señaló, “cometer un homicidio no está enmarcado en ningún plan, porque no depondría a la dictadura este hecho”.

Reconoció, asimismo, que el viaje que realizó Ojeda el año pasado no fue el primero fuera de Chile. Comentó que en 2020 ambos se reunieron en Perú.

La hipótesis de un intento de asesinato la divulgó el régimen de Maduro.

Heredia fue detenido el 14 de diciembre del año pasado, cuando, junto a Ojeda, intentaba pasar por una trocha desde Colombia a territorio venezolano. Estuvo en desaparición forzada desde su detención hasta que en enero de este año el fiscal de la dictadura, Tarek William Saab, presentó la trama conspirativa anunciando que el capitán estaba bajo custodia del régimen venezolano.

Luego de tres años preso, el 25 de diciembre de 2020, el capitán Heredia huyó de la cárcel militar de Ramo Verde. Desde entonces, al igual que Ojeda, se dedicó a denunciar las atrocidades que ocurren en el mundo castrense.

El canal colombiano Caracol informó que los agentes venezolanos contaron con la ayuda de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), aliado de la dictadura de Maduro, para frustrar el objetivo de Heredia y Ojeda. Éste último, sin embargo, logró escapar de forma milagrosa y regresó a Chile, “muy delgado y con lesiones”, según relató su hermana Mayra.

Con Heredia detenido nuevamente en Venezuela y Ojeda asesinado, todos los caminos conducen a Miraflores.

“Mi hermano puso su vida en riesgo”, sostuvo Mayra a Meganoticias.

El fiscal Barros, a cargo de las investigaciones en torno al crimen del ex militar venezolano, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 1 de marzo en una maleta y enterrado en cemento en la comuna santiaguina de Maipú, aseguró que el homicidio fue organizado desde Venezuela.

“Nosotros sostenemos que esto se organizó y se solicitó el secuestro y posterior homicidio del señor Ojeda desde Venezuela”, declaró el mes pasado a la prensa local.

El funcionario chileno detalló, además, que el crimen podría estar relacionado con el Tren de Aragua, la banda delincuencial de origen venezolano que ha extendido sus operaciones en varios países de Latinoamérica desde 2022 y que el canciller venezolano Yvan Gil aseguró que se trata de una “ficción mediática internacional”.

Ojeda fue secuestrado el 21 de febrero. Fue sacado de madrugada de su casa en Santiago, en ropa interior, por tres hombres con cascos, pasamontañas, chalecos antibalas y armados con pistolas, que simularon ser policías. Durante dos días fue torturado y finalmente asesinado por “asfixia por traición”.

Según las investigaciones policiales, dos de los responsables pertenecen al Tren de Aragua. Al frente del comando, llegado desde Venezuela, habría estado “El Gordo Ale”. Militares venezolanos en el exilio aseguran que se trata de un oficial de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM).

El jefe del comando, asimismo, contó la ayuda de dos líderes del grupo criminal en Chile: Maikel Villegas y Walter Rodríguez, quienes estarían hoy ocultos en Venezuela.

El presidente Gabriel Boric exigió a Maduro que entregue a los asesinos y anunció que llevará el caso a instancias internacionales. “Solicitamos y exigimos a Venezuela toda la colaboración que se requiera en este caso para que busquen y pongan a disposición de la justicia a los sospechosos de haber perpetrado o colaborado en este vil asesinato”, dijo el mes pasado.

“No sólo no vamos a permitir la impunidad, sino que (…) vamos a agotar todas las instancias, tanto nacionales como internacionales”, agregó.

En esa línea, la familia de Ojeda acusó al régimen de Maduro ante la Corte Penal Internacional.

El único detenido hasta el momento es un adolescente de 17 años, imputado como presunto integrante y cómplice del secuestro.