El consenso como plan B en Venezuela si colapsa la primaria opositora de octubre
Dificultades técnicas y políticas podrían estancar la primaria opositora de cara a las elecciones del 2024, según analistas. El dilema sería entonces por quién se decanta la oposición: si por un candidato de los principales partidos políticos o por María Corina Machado, quien lidera las encuestas.
Con información de VOA Noticias
MARACAIBO, VENEZUELA — La oposición venezolana sigue adelante con su plan A para desalojar al chavismo del poder: elegir a su candidato para las presidenciales de 2024 en una votación abierta, dentro de cuatro meses.
¿Pero qué pasaría si esa opción colapsara por razones políticas, internas o externas, o por dificultades técnicas? La alternativa sería procurar el consenso entre partidos para seleccionar a su abanderado, un escenario “complejo”, si llegase a configurarse, dijeron expertos consultados por la Voz de América.
La logística de la primaria ha vivido intranquilidades este mes. El chavismo inició sorpresivamente en el Parlamento un proceso de renovación del Consejo Nacional Electoral, cuyos integrantes habían sido nombrados en 2021 por siete años.
La comisión organizadora de la primaria conversaba desde hace meses con ese poder electoral para que le brindara asistencia técnica en el proceso de octubre. Tras su desplome, la primaria pasó a ser “autogestionada” y con voto manual.
Mientras se registran pugnacidades entre algunos candidatos opositores, se reportó además una cifra baja de venezolanos inscritos para votar en la primaria en 80 ciudades del extranjero: casi 40.000 electores de un universo de 4 millones.
Luis Ratti, dirigente político cercano al chavismo, adelantó asimismo que exigiría la inhabilitación de la aspirante que puntea las encuestas de la primaria, María Corina Machado, por sus expresiones a favor de “sanciones y bloqueo”.
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y mano derecha del presidente Nicolás Maduro, dijo que los oficialistas debían ser “más enérgicos y duros” contra quienes han pedido “invasión militar” y magnicidio, en referencia a Machado.
El empresario y humorista Benjamín Rausseo, alias “Er Conde del Guácharo”, anunció a última hora del plazo de postulaciones que no participaría en la primaria a pesar de aparecer como el segundo favorito en los sondeos. Argumentó que la votación es preparada por un bloque opositor cuando él es “independiente”.
Rausseo acotó que seguirá aspirando a la presidencia en 2024, una decisión que algunos analistas valoraron como un posible intento de dividir el voto opositor.
En ese contexto, las preguntas sobre un eventual consenso si falla la primaria se cuelan en los pasillos opositores y las conferencias de prensa.
“Para mí, el consenso está absolutamente descartado”, manifestó a periodistas el exgobernador Andrés Velásquez al registrar su candidatura a la primaria.
En la oposición, parece haber unanimidad en que la primaria es “el método más confiable”, como manifestó Velásquez. Sin embargo, un directivo de la Comisión Nacional de la primaria se ha referido a la posibilidad real de que no se concrete.
María Carolina Uzcátegui, vicepresidenta de la comisión, no descartó en una entrevista radial que se procure “un acuerdo político” si existiese “otra acción represora” contra la votación opositora de octubre próximo, si bien la defendió como “el objetivo” primordial para legitimar a un solo candidato opositor.
Jesús María Casal, presidente de la comisión, dijo este viernes que las primarias estaban "consolidadas" a pesar del retiro de partidos y candidatos que habían prometido participar en el proceso, como Rausseo y el partido Fuerza Vecinal. Admitió, eso sí, que su organización requiere de un esfuerzo "enorme".
Posiciones distantes
Juan Manuel Trak, sociólogo y doctor en procesos políticos, no identifica “señales abiertas” de que el consenso sea el plan B de todos los partidos opositores y lo considera como una situación improbable en una primaria que apenas inicia.
Sin descartar que el consenso sea parte de una decisión dentro de meses, dice notar “posiciones cada vez más distantes” entre los 4 partidos hegemónicos, el "G4", y candidatos bien posicionados, como Machado, crítica de esos liderazgos.
El tono en que se refieren entre sí los aspirantes formales a la primaria tampoco es el mejor de cara a un posible consenso, dado ese escenario, apunta el analista.
Trak subraya el debilitamiento de la Plataforma Unitaria, que sustituyó a la ya extinta Mesa de la Unidad Democrática con que la oposición triunfó electoralmente n 2015.
Para el politólogo Piero Trepiccione, sería “muy negativo” tomar una decisión contraria a la primaria desde los adentros de la oposición venezolana y estima que un consenso podría incluso llegarse a considerar como parte de los “errores de cálculos” del antichavismo.
“Sería un acto de imprudencia detener o lanzar un dardo a ese proceso de recuperación de la confianza en el liderazgo político” a través de la primaria, comenta en conversación con la VOA.
Trepiccione asegura que más de dos tercios de la población venezolana está desencantada de la política y de sus dirigentes, según sondeos privados recientes.
“La transparencia y la argumentación (de un consenso) tiene que ser muy bien soportada, porque, si la gente lo percibe como un engaño, ese porcentaje de desconexión se va a mantener y probablemente se profundice”, advierte.
“Lo mejor”, a su juicio, es que “se trate de surfear” todo inconveniente para concretar la primaria, estimular la participación y legitimar la candidatura.
Desafío al statu quo
La Plataforma Unitaria que promueve la primaria atraviesa “un mal momento” tras el cese del gobierno interino de Juan Guaidó desde 2019, opina el politólogo Víctor Maldonado.
Sus negociaciones con el gobierno en México tampoco muestran avances. La última reunión formal de ese proceso, facilitado por Noruega, ocurrió hace 7 meses.
Machado representa “un desafío al statu quo” de ese bloque de partidos bien sea por primaria o por consenso, valora.
“El consenso es el último refugio (de la Plataforma Unitaria) para no terminar desapareciendo súbitamente ante otros candidatos”, señala, a la vez que dice creer que la primaria corre el riesgo de ser “un inmenso desastre” logístico y político.
La Plataforma Unitaria “no va a quedar bien parada” si triunfase un candidato ajeno al G4, en cualquiera de los escenarios, pronostica.
“Estas circunstancias fortalecen al régimen de Maduro y hace que 2024 sea cada día más un trámite para él y menos una lucha política”, advierte.
¿Primaria en implosión?
Hechos políticos como la elección de un nuevo CNE parecen estar “implosionando” la primaria y crean “una altísima probabilidad” de que se apueste por un candidato de consenso en el futuro, opina el politólogo Leandro Rodríguez Linárez.
Ese escenario no implica necesariamente la selección de Machado como abanderada de la oposición a raíz de su posición privilegiada en las encuestas, dice.
“El consenso es una amenaza incluso para quienes lo propusieron. ¿Cómo justificar imponer a un candidato que no sea Machado? Un consenso tendría necesariamente que pasar por ella, porque duplica a su seguidor inmediato”, destaca.
Cree que el único que podría representar al G4 en un consenso sería el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, “un candidato cómodo” para el chavismo.
Existe un sector de la oposición que acusa a Rosales de negociar escenarios políticos con el oficialismo luego de 6 años de exilio -el chavismo lo acusó de enriquecimiento ilícito, emigró y pasó 1 año encarcelado luego de regresar al país-.
Trak, por su parte, acota que decantarse por el consenso sin pactos previos solo causaría mayores divisiones. Si es un acuerdo “entre pocos”, opina, se impondría la tesis de que los partidos se representan solo a sí mismos.
“El consenso es el peor escenario posible. Tendría que haberse construido desde principios del año pasado y es muy poco representativo del sentimiento ‘antipartidos’” de un buen porcentaje de los venezolanos, concluye.
Si esas pugnas se trasladan a una selección partidista del candidato opositor, cree Trak, el resultado será “mayor fragmentación” de organizaciones que, según sus evaluaciones, ya adelantan estrategias “para destruir al candidato del otro”.