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Sostiene el Politólogo y Abogado Julio Itriago Venezuela en el Top Ten de los países más corruptos del Mundo

La lucha contra la corrupción exige de un trabajo en equipo entre gobierno, prensa, organizaciones sociales y ciudadanas

Nota de prensa  

Hasta diciembre 2022, nuestro País ocupaba el lugar número 14, en el índice de la percepción de la corrupción, según Transparency International, en donde cero (0) indica muy corrupto y cien (100) muy transparente.

Afirma que esta posición nada halagüeña fue ganada antes de los escandalosos hechos de corrupción ventilados en el año 2.023 en Pdvsa, CVG y TSJ, por mencionar algunos de los Órganos comprometidos en la última trama de corrupción de Venezuela. Y, es que el Estado estimula la corrupción en nuestro País, desde las altas esferas del Gobierno para garantizarse lealtades y solidaridades en todos los ámbitos públicos y privados a cambio de hacerse la “vista gorda”; sin embargo, un sector de nuestra sociedad permite el enriquecimiento sin causa con el silencio cómplice hacia las personas que se enriquecen de la noche a la mañana, sin poder justificar sus cuantiosas y grotescas fortunas; los ciudadanos estamos obligados a señalarlos, exponerlos y denunciarlos ante la opinión pública.

Entre las causas endémicas de la corrupción se pueden señalar la falta de división de poderes; la ausencia de autonomía en el Poder Judicial que garantice la independencia del control y de la justicia; la partidización de la justicia que impiden la aplicación de sanciones ejemplarizantes a los corruptos; la falta de estado de derecho que facilitan la impunidad en la mayoría de los casos; la falta de elecciones libres y transparentes, sin ventajismos oficialistas y sin presiones sociales y económicas; y la anulación de la libertad de prensa y de expresión.

Plantea el politólogo que es imprescindible otorgar rango constitucional a la lucha contra la corrupción, creando un Órgano capaz de investigar, juzgar y controlar la administración de los recursos públicos; facilitar el derecho de acceso a la información pública y modernizarlo; implementar registros de beneficiarios de las empresas públicas y de las asignaciones de contratos; e incluir en nuestro sistema educativo, materias que contribuyan al combate de este flagelo y a la construcción de una consciencia transparente y honesta, tales como Honestidad I, Honestidad II y “Estudio de las consecuencias de la Corrupción en el desmantelamiento económico, social y moral de la Nación”. La lucha contra la corrupción exige de un trabajo en equipo entre gobierno, prensa, organizaciones sociales y ciudadanas.