La producción informal de queso ha permitido a los productores de leche sobrevivir a la crisis económica del país y se ha convertido en una fuente importante de ingresos para ellos

Con información de BBC

De acuerdo a un trabajo de investigación publicado por el portal informativo BBC Mundo, la producción de queso en Venezuela ha aumentado significativamente en las últimas dos décadas, pasando de 97.104 toneladas en el año 2000 a 287.648 toneladas en 2020, según la FAO. Estas cifras colocan a Venezuela como el segundo mayor productor de queso de América Latina, solo detrás de Argentina.

Sin embargo, algunos expertos cuestionan estas cifras, señalando que las estadísticas suministradas por el gobierno venezolano no son confiables y que la producción real podría ser significativamente menor. Andrés Kowalski, director general de la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología y responsable del Observatorio Lácteo para Venezuela, estima que la cantidad real de queso producido en Venezuela es de alrededor de 215.000 toneladas.

El aumento en la producción de queso en Venezuela se ha relacionado con la disminución de la cuota de producción de leche destinada a la industria alimentaria. Actualmente, la industria láctea utiliza solo el 12% de la producción de leche del país, en comparación con el 58% al 62% antes de 2007.

Los expertos señalan que la reducción de la producción de leche destinada a la industria alimentaria se debe a las regulaciones de precios del gobierno y al ataque sistemático de este contra la industria. Según Kowalski, la industria láctea decidió no procesar la leche debido a las regulaciones de precios que no reflejaban la verdadera estructura de costos. Como resultado, la leche que no era adquirida por la industria se canalizó hacia la producción informal de queso.

A pesar de las dudas sobre las cifras oficiales, el aumento en la producción de queso ha permitido a los productores de leche en Venezuela sobrevivir a la crisis económica del país. La producción de queso se ha convertido en una forma importante de ingresos para los productores de leche y ha impulsado el crecimiento de las queserías informales.

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