El ex jefe de las negociaciones de paz de la guerrilla de las FARC, Iván Márquez, pidió respaldar al régimen del gobernante Nicolás Maduro ante lo que calificó un “brutal ataque de la derecha’ de Latinoamérica

Con información del Nuevo Herald

El asalto perpetrado presuntamente por la guerrilla colombiana en Venezuela el primero de enero llama la atención no porque sucediera en territorio venezolano sino porque ocurrió en el extremo oriental del país, a más de 800 kilómetros por carretera de la localidad fronteriza más cercana.

El asalto, que dejó al menos ocho muertos en Barrancas del Orinoco, en el estado Monagas, se convirtió en la más reciente campanada de alarma de que la guerrilla colombiana se encuentra en plena expansión en Venezuela y aspira convertirse en el amo y señor del caudaloso Orinoco, el mayor río de Venezuela que sirve de autopista para los estados del sur, dijeron analistas.

Aunque aún no hay confirmación oficial, informes de prensa señalan que el asalto fue perpetrado por elementos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el cual cuenta con entre 3,000 y 5,000 hombres armados en Venezuela y ha estado ampliando sus operaciones criminales en el país petrolero.

“El ELN es un grupo muy fuerte con gran poder armado que está ocupando cada vez más espacio no solo en el territorio venezolano, sino de las actividades criminales que se están llevando a cabo en el territorio”, dijo Alberto Ray, director ejecutivo del Risk Awareness Council.

El movimiento guerrillero ya es visto como la máxima autoridad en las zonas rurales en las que opera, donde efectivamente ha desplazado a las fuerzas de seguridad institucionales, como la policía, la Guardia Nacional y el Ejercito.

Pero ahora se dispone a incursionar a otras zonas que actualmente son controladas por otras organizaciones criminales para asumir allí la jefatura y el control de las operaciones ilícitas, incluyendo el contrabando y el narcotráfico, cuyas ganancias luego comparten con funcionarios del régimen, agregó Ray.

Los habitantes de Barrancas del Orinoco recibieron el año nuevo entre disparos de armas de alto calibre y explosiones de granadas en enfrentamientos armados que se extendieron por más de siete horas, reportó la prensa local.

Hasta el momento, los informes apuntan a que ocho personas murieron en el asalto ejecutado por los guerrilleros contra la organización criminal llamada el Sindicato de Barrancas. Se desconoce el número exacto de personas que resultaron heridas. Dirigentes locales reportaron que el hospital de la localidad quedó ocupado a capacidad, lo que llevó a familiares a intentar de atender algunos de los heridos en sus viviendas.

El enfrentamiento se debió a las aspiraciones de los atacantes de controlar el río Orinoco, dijo la dirigente opositora María Gabriela Hernández.

Agregó la ex diputada del estado Monagas que los residentes llevaban tiempo denunciando la presencia en la zona de “varios grupos armados irregulares de acento colombiano”.

El régimen de Nicolás Maduro ha acogido a miles de guerrilleros colombianos pertenecientes al ELN y a elementos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en su territorio, aunque lo niega públicamente.

Según las investigaciones realizadas por las autoridades estadounidenses, algunos de estos elementos armados han entrado en sociedad con el denominado Cartel de los Soles, organización conformada por altos funcionarios del régimen que controla las operaciones de droga en Venezuela.

Aun cuando los guerrilleros terminaron retirándose de la zona, sus pretensiones quedaron claras para los integrantes del Sindicato de Barrancas, agrupación descrita como una mega banda criminal que cuenta con un centenar de integrantes.

“La mega banda, que también está fuertemente armada, controla a esa población [en Barrancas del Orinoco]. Estando en las orillas del río Orinoco, ese es un punto muy importante para el tráfico de distintos tipos de mercancías y de operaciones ilícitas, incluyendo el contrabando y el narcotráfico”, dijo el abogado Luis Izquiel.

El ELN ya tenía presencia en el vecino estado Bolívar, donde controla varias de las más importantes minas de oro del país, y tendría sentido desde el punto de vista logístico que intente tomar control de Barracas del Orinoco, ya que desde ese punto el río se divide en varias rutas que van hacia Guyana y Trinidad y Tobago y otras rutas del Caribe, dijo.

No obstante, Izquiel enfatizó, hasta el momento no ha quedado del todo confirmado por parte de las autoridades del régimen que los ataques fueron perpetrados por el ELN, y que los únicos señalamientos de que fue así proviene de los testimonios de los moradores.

Ray, del Risk Awareness Council, dijo que el ELN mantiene una estrategia muy radical de expansión, frecuentemente llegando a los territorios donde quiere expandirse transmitiendo a las bandas criminales que operan allí el mensaje: “‘O te unes a nosotros, o te aniquilamos”.

La agrupación se encuentra en plena expansión no solo porque no está siendo combatida por las autoridades del régimen, sino también porque se ha dedicado a reclutar a jóvenes venezolanos maltratados por la crisis humanitaria del país, dijo Ray.