Es imperativo que, quienes detentan el poder político en Venezuela, cumplan con el mandato constitucional

Redacción

Los Sindicatos Libres y Contestatarios de la Cantv fijaron posición y emitieron un comunicado para rechazar la política laboral del régimen recogidas en el Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica.

¿Plan de Crecimiento Económico o de Destrucción Salarial?

El tan cacareado Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica terminó siendo la peor estafa que Gobierno alguno haya cometido contra los trabajadores, sus organizaciones sindicales y su dirigencia, sometiéndolos por la fuerza, la cárcel, la persecución y el conculcamiento de sus derechos a vivir en la mayor pobreza, aniquilando la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida, a través de la insustituible norma reivindicadora que ha garantizado el buen vivir de la familia y el progreso de la Clase Trabajadora, “La Convención Colectiva”, la más formidable conquista de sus históricas luchas. El maquiavélico plan para llevar a la indigencia a los venezolanos, por una parte, pulverizó el poder adquisitivo y todos los beneficios laborales, incluidas las prestaciones sociales, los planes de salud y de recreación vacacional, producto de la devaluación y la nefasta reconversión monetaria que suprimió al Bolívar tres ceros en 2008 y cinco ceros más en 2018, y por otra, el desmantelamiento económico llevado a cabo en todas las instituciones y empresas del estado, que asaltó el sagrado derecho a la intangibilidad y progresividad de los derechos laborales, cercenando la negociación colectiva mediante la instrumentación de un inconstitucional sofisma llamado memorándum 2792, que desconoce Derechos Constitucionales, Convenios Internacionales, suscritos por Venezuela con la OIT y, por supuesto, el Derecho Colectivo sancionado en la LOTTT.

Como corolario a este macabro y miserable plan, se llegó a tal extremo la inconsecuencia con la Clase Trabajadora que hasta la fórmula de anclar el salario mínimo al valor del Petro, en una economía dolarizada de facto, y que fuera anunciada, con bombos y platillos, en cadena nacional, por el propio mal llamado presidente obrero, fue desarticulada para continuar aplicando la ración de hambre y miseria que condena al pueblo trabajador a vivir en la pobreza con un salario mínimo de 400.000,00 BsS., mensuales (1,3 $) en contraposición a los Diez Millones Quinientos Mil Bolívares (10.500.000,00 BsS.) que, por Salario Mínimo Nacional y Pensiones de Vejez, deberían recibir los trabajadores y los pensionados del IVSS, producto del actual valor que tiene el Petro de 21.291.237,20 BsS. (58,65 $), entendiéndose que este salario, por insuficiente, tampoco cubre las necesidades básicas de los trabajadores venezolanos, en analogía con el artículo 91 de la CRBV, ya que, según las más calificadas agencias, el valor de la canasta básica familiar se ubica en Ciento Diez Millones de Bolívares Soberanos (110.000.000,00 BsS.) o Trescientos Dólares (300,00 $). Dos años después, de ese fatídico anuncio, tenemos 96 % de los venezolanos viviendo en la pobreza, 79 % en pobreza extrema; esta política miserable, dirigida desde Miraflores, devela la existencia de un plan para reformar o sustituir la LOTTT, depauperar las Convenciones Colectivas e imponer un modelo de relaciones laborales donde la lucha reivindicativa sea abolida.

Es imperativo que, quienes detentan el poder político en Venezuela, cumplan con el mandato constitucional de garantizar pensiones y salarios dignos y suficientes, ya basta de violar el artículo 91 de la CRBV.

“El salario mínimo debería ser un salario digno”. Jon Ossoff

Sindicatos Libres y Contestatarios de las Telecomunicaciones de Venezuela