Las personas, pese a la cuarentena,  pernoctan en las colas para intentar llegar a surtir sus tanques

Redacción

No hay cuarentena sin gasolina, este viernes nuevamente se observa en las estaciones de servicio donde llega el combustible, largas e interminables colas de vehículos para intentar cargar de gasolina.

Aunque las autoridades han hecho énfasis que la distribución de combustible es solo para sectores priorizados y hasta han restringido los días de suministro por el terminal de número de placa (Pico y Placa), las filas de carros en las pocas estaciones del país que se mantienen operativas, no han mermado.

Las personas, pese a la cuarentena,  pernoctan en las colas para intentar llegar a surtir sus tanques con la limitante cantidad de combustible que decidan los militares encargadas del resguardo de las gasolineras.

Como ya es habitual en Venezuela, cada control abre pase al bachaqueo en este caso del combustible que antes del coronavirus se observaba en los estados fronterizos, ahora los llamados “pimpineros” están instalados en Caracas y las principales ciudades del país.

Los precios de los envases varían entre 5 hasta 20 dólares, dependiendo de su capacidad, los cuales los ofertan en las mismas estaciones de servicio de manera clandestina.