Ambos diseñaron una casa plegable y experimentaron vivir en condiciones extremas para saber si gente sin adiestramiento puede estar en la superficie lunar

Juan Afonso/@jcabnews

Dos científicos y arquitectos daneses diseñaron una casa especial para vivir en la luna, y además la probaron en Groenlandia simulando una misión en la superficie del satélite natural.

Sebastian Aristotelis y Karl-Johan Sorenson, líderes de la firma de diseño espacial SAGA, se aislaron por tres meses en la casa que ambos diseñaron para probar las capacidades del invento.

La casa, bautizada como Lunark”, se desplegó en Groenlandia porque los científicos necesitabam simular las condiciones extremas lunares, como la constante luz solar, temperaturas muy bajas y paisajes monocromáticos.

La simulación dio inicios en septiembre y culminó a mediados de diciembre. La casa, con aspecto futurista, pesa 1700 kilos y se diseñó en base al origami. Se puede transportar dentro de una cápsula espacial, pues ocupa apenas 2.88 metros cúbicos, pero desplegada llega a abarcar 17.18 metros cúbicos.

Fue hecha para resistir temperaturas de hasta -45 grados Celsius y vientos de hasta 88 km/h. Ambos científicos tardaron un mes en armar la casa y luego vivieron dentro de ella los siguientes 60 días.

La meta de este proyecto era verificar si personas sin adiestramiento militar o en astronáutica pueden sobrevivir en entornos tan extremos, como el de la luna.

Aristotelis dijo que durante su estancia ambos no podían conectarse a Internet, porque en la casa no había celulares inteligentes u otro dispositivo que les permitiera acceder a la red. Solamente había alimentos y otros aparatos tecnológicos que no podían lograr una conexión.

Además de probar la cápsula, los científicos se sometieron a experimentos psicológicos, estudio de sueño y otros similares, que fueron de soporte para el objetivo.