El infanté halló lo que era una caja torácica que pertenece a un Ictiosaurio. Sucedió en una localidad rusa y paleontólogos certificaron la veracidad de los restos

Juan Afonso/@jcabnews

El niño Dimitri Sirenko se encontraba jugando con su hermana en una playa de la isla Russki, región de Primorski en Rusia, cuando encontró unas rocas con marcas de esqueleto en el sitio. Su sorpresa fue más grande cuando se supo que en realidad se trata de un dinosaurio que existió hace 250 millones de años. Se confirmó que era un Ictosaurio.

Los padres del chico fotografiaron los restos para enviarlos a expertos paleontólogos, que certificaron la veracidad de los restos del fósil. Lo hallado fue la caja torácica del dinosaurio y se cree que su columna vertebral sigue intacta.

“Amo mucho a los dinosaurios y siempre soñé con encontrar los huesos de uno que sea real. Estaba mirando las piedras todo el tiempo y preguntándole a mamá. ‘¿Tal vez es uno?’. Y encontramos esta piedra inusual", narró el niño sobre el momento en que hizo aquel hallazgo increíble.

El paleontólogo Yuri Bolotski explicó que no se sabe si hay restos de su cráneo cerca del área, por lo que el encuentro habría sido más valorado aun. Se cree que la criatura marina perdió la cabeza hace 250 millones de año, según explicaron los expertos en la materia.