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John Bolton no lo dijo todo en Lima pero puso sobre la mesa 55 mil millones de dólares

¿Puede todavía respirar Maduro?

Un comprensible golpe de timón por parte de Maduro (no avizorable en su gestualidad) podría salvarlo a él…y al país

José Angel Borrego (CNP-526)

John Bolton no lo dijo todo en Lima, esbozó sí, un Plan de Inversiones que proyecta Washington una vez ido Maduro. En la cita Bolton habló de 55 mil millones de dólares inmediatos para dirigirlos al problema eléctrico y otros servicios. También se dijo que al día siguiente de la ida de Maduro los venezolanos devengarían ingresos similares a los de un país europeo. ¿Cuál país? Eso se omitió, pero el mínimo justiprecia el salario con más de mil euros a quienes trabajan y unos 700 si están parados. ¿Eso es factible?

Mientras ocurren tantas diligencias para expulsarlo del poder Maduro mantiene su apuesta en la FANB. Vladimir Padrino López es la única carta que le resta y de la cual no está muy seguro. Padrino es presionado por el generalato. Mucha gente de esa grey ha obtenido exagerado dinero. Los negocios están por todas partes. Hay quienes trafican con gasolina. Otros con cemento. Muy pocos, ya, con importación de alimentos; el CLAP sigue generando divisas para bolsillos miraflorianos. Bingos y casinos clandestinos los hay en todo el país se asegura que protegidos por dos generales que estuvieron en el Core 7 de Anzoátegui. Lo poco que produce la CVG tiene su Zar. El oro es usufructuado con apoyo de Maduro por un grupo de charreteras soleadas. Drogas diversas de destinos también variopintos son apadrinados por tierra, mar y aire por generales. Familias muchas veces ajenas al trajín delictivo del pather family quieren abandonar el país y el cerco se hace cada vez opresivo  La expectación se traslada a Padrino. ¿Cuánto soporta la soga?

Existe una escapatoria elegante para Maduro, sin huir pero él no la percibe. Tampoco sus adláteres. Maduro puede maniobrar el timón y escurrirse del dogal de La Habana. En días pasados cambió algo en el país que podría ser oportuno ante la circunstancia que asfixia al Presidente. Él no lo adivina. Pero ese “algo”, que es real, podría ser muy beneficioso para el país si Maduro se atreve a portarse como un varón.