“Maduro miente de manera descarada a los venezolanos y manipula las necesidades básicas de una población afectada por una severa crisis económica, social y humanitaria”

Redacción 

“Es imposible que el gobierno de Nicolás Maduro construya en un lapso de seis o siete meses 400 mil nuevas viviendas, cuando supuestamente en nueve años han construido y entregado 2 millones 600 mil. Es que el gobierno ni siquiera sabe mentir”.

Las declaraciones fueron ofrecidas este martes por el presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Vivienda del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), Richard Casanova, en respuesta a los señalamientos hechos el fin de semana pasado por Nicolás Maduro según los cuales en estos días hará entrega de la vivienda 2 millones 600 mil en el estado Carabobo y para finales de 2019 llegarán a la meta de 3 millones.

“A la revolución socialista no la detiene nadie. Sólo mediante el socialismo iremos abriendo el camino a la paz y al desarrollo. La meta a diciembre de este año es llegar a los 3 millones de vivienda con guerra económica, sanciones, bloqueos o guerra eléctrica”, dijo Maduro durante una transmisión que hizo desde el presidencial Palacio de Miraflores.

Maduro continúa la estafa

En este sentido, el dirigente gremial aseguró que “en esta hora agónica de la mal llamada revolución bolivariana, Maduro continúa la estafa que ha significado para los venezolanos la Gran Misión Vivienda”.

A su parecer, Maduro miente de manera descarada a los venezolanos y manipula las necesidades básicas de una población afectada por una severa crisis económica, social y humanitaria.

Casanova reveló que durante las administraciones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, el déficit habitacional se incrementó en casi 300%, y recordó que cuando Chávez llegó al poder la carencia de unidades de vivienda era aproximadamente de 900 mil.

“A pesar de la opacidad con la que se manejan últimamente las cifras en Venezuela, el CIV tiene estimaciones que ubican hoy el déficit habitacional por encima de las 2,5 millones de unidades habitacionales”, señaló.

Ante la necesidad de vivienda por parte del grueso de la población, el gobierno de Maduro sólo responde con más mentiras. Los funcionarios de los ministerios involucrados en la ejecución de la obras se han negado a hacer una auditoría conjunta con técnicos del CIV de las viviendas supuestamente construidas y entregadas en los nueve años del programa social creado por Chávez bajo el nombre de Gran Misión Vivienda Venezuela.

“El gobierno jamás aceptó la propuesta que hicimos desde el CIV para realizar una auditoría conjunta a fin de determinar dónde están y si efectivamente el gobierno construyó el número de viviendas que dice. Ellos pretenden vender una realidad que no existe”, apuntó.

Sin insumos ni recursos no hay viviendas

El arquitecto de profesión manifestó además que los voceros gubernamentales ni siquiera saben mentir. En el mismo acto en el que anuncian que en Carabobo entregarán la vivienda 2 millones 600 mil, prometen que en diciembre llegarán a las 3 millones.

Al respecto, Casanova se preguntó “¿cómo es posible que desde que se inició la Gran Misión Vivienda Venezuela en 2010 hasta esta fecha, según ellos, se construyeron 2 millones 600 mil unidades, y en apenas seis o siete meses van a construir 400 mil en un país donde no hay cabillas ni cemento y escasean en general los materiales de construcción?”.

La meta es imposible de cumplir y menos con el actual gobierno, por cuanto la situación económica que atraviesa el país impide que cualquier actividad  prospere.

En Venezuela no se están produciendo cabillas ni cemento, luego de que las plantas procesadoras de ambas materias primas prácticamente quebraron a manos del Estado.

“Tenemos un gobierno incapaz de generar confianza, de estimular las inversiones y de promover la construcción de viviendas por parte del sector privado. A esto se suma una escasez general de insumos de la construcción. Todo ello hace pensar que es imposible lograr una meta como esa”.

Finalmente, Richard Casanova dijo que las cifras que manipula el gobierno “son tan frágiles” que cualquiera puede desmontar la farsa gubernamental con una calculadora.